Cuando el joven islamista radicalizado pakistaní Hamza Warid atacó a hachazos los aparadores de un McDonald’s de Badalona, en marzo pasado, estaba culminando un proceso de fanatización encendido por vídeos de propaganda del conflicto Israel-Hamás. La tragedia palestina es uno de los últimos vectores de reclutamiento yihadista, ha confirmado este martes el general de la Guardia Civil Manuel Navarrete, director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), y los videojuegos se configuran como un sistema de enganche clave para reclutar a menores y lanzarlos a atentar.

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