No es normal que cuando se produce un desastre natural uno corra hacia él. Que no intente evitar el granizo gigante, las lluvias torrenciales o los tornados. Pero hay un grupo de personas que no los elude sino que los busca.

Dirigida por el neerlandés Jan de Bon y protagonizada por Bill Paxton y Helen Hunt, la película Twister, de 1996, giraba en torno a dos cazadores de tormentas, una mezcla de guías y meteorólogos que, enfundados con sus cámaras, perseguían tornados para fotografiarlos y, posteriormente, analizarlos. Todo ello rivalizando con otros equipos que trataban de hacerlo primero y mejor. Ahora, las cámaras se transforman en smartphones, mientras que los gigantes de agua y aire siguen siendo los mismos.

Lee Isaac Chung dirige Twisters, descrita como un «nuevo capítulo» y un homenaje de la ya estrenada en 1996, entonces un prodigio pionero de efectos especiales digitales. La cinta, protagonizada por Daisy Edgar-Jones (Gente Normal), Glen Powell (Top Gun: Maverick, Cualquiera menos tú) y Anthony Ramos (Hamilton), se estrena en cines españoles este miércoles 17 de julio. El nuevo trío deberá perseguir estos fenómenos probando un nuevo e innovador sistema de rastreo, mientras la temporada de tormentas en la que se encuentran se intensifica.

Un oficio contrarreloj frente a los tornados

Es difícil de entender que perseguir tornados sea una profesión pero, en Estados Unidos, es cada vez más común ver a estos cazatormentas: meteorólogos que elaboran sus propios pronósticos para salir a la carretera cuando el riesgo de tormentas es más alto.

Al principio, estos cazadores de tornados eran meros fotógrafos que buscaban una buena imagen con la que colgarse una medalla. Ahora, su labor permite a la ciencia estudiar más a fondo estos fenómenos e intentar predecirlos con una mayor precisión.

El auge de esta profesión (unido al taquillazo que supuso la película de los noventa), ha hecho que, en el gigante americano, sean varias las empresas que ofertan tours para poder ver un tornado más de cerca. El cliente, acompañado de expertos, recorre durante días el país hasta avistar un tornado de cerca para poder fotografiarlo y compartirlo en sus redes sociales.

¿Cómo se produce un tornado?

Pero, ¿cómo se producen los tornados? Al elevarse el aire caliente sobre el aire frío, un cambio repentino en la velocidad y dirección del viento puede hacerlo girar y crear así un tornado que, según su diámetro, podrá alcanzar el nivel de tifón. Entonces, mientras el clima se calienta, lo hace también la atmósfera, y los tornados tienen más y más energía.

El espectáculo que se ha creado a partir de un trabajo real ha hecho que se olvide, en parte, la importancia de las conclusiones a las que se pretende llegar con estos estudios. Debido a la influencia generalizada del calentamiento global en la atmósfera, es inevitable pensar que el cambio climático afecte también a los tornados, aunque esta hipótesis todavía no es concluyente. El estudio de los cazatormentas puede, entonces, esclarecer la incógnita sobre el origen de estos fenómenos que arrasan con todo lo que se les ponga por delante.

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