Los científicos han confirmado por primera vez la existencia de un túnel subterráneo cerca del lugar de alunizaje de la primera misión tripulada a la Luna, la nave Apolo 11 en 1969. El descubrimiento mediante tecnología de radar pone fin a medio siglo de especulaciones sobre la supuesta existencia de cuevas bajo la superficie lunar: las estructuras podrán ser aprovechadas como refugios en próximas misiones tripuladas a nuestro único satélite natural.
Un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Trento, en Italia, ha publicado un estudio en la revista Nature Astronomy que describe la primera confirmación de la existencia de un túnel subterráneo en la Luna, concretando un descubrimiento histórico para el conocimiento humano sobre el satélite. El análisis de los datos de radar del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA reveló que la estructura se encuentra por debajo del Mare Tranquillitatis.
Reflejos de radar terminan con las dudas
La zona de Mare Tranquillitatis o Mar de la Tranquilidad fue la elegida para el primer alunizaje con tripulación humana, concretado por la nave Apolo 11 el 20 de julio de 1969. Ahora, los investigadores han confirmado la presencia de un túnel subterráneo en esa región, muy cerca del lugar donde descendió la misión estadounidense. Los especialistas creen que se trata de un tubo de lava vacío, herencia de antigua actividad volcánica lunar.
«Hace más de 50 años que se teoriza sobre estas cuevas, pero es la primera vez que demostramos su existencia. En 2010, la misión LRO de la NASA obtuvo datos que incluían un pozo en Mare Tranquilitatis: hemos vuelto a analizar estos datos con complejas técnicas de procesamiento de señales que se han desarrollado recientemente, identificando reflejos de radar en la zona del pozo que se explican mejor por un conducto de cueva subterránea”, explicó en una nota de prensa el científico Lorenzo Bruzzone, uno de los autores del estudio.
Este descubrimiento proporciona la primera evidencia directa de un tubo de lava accesible bajo la superficie de la Luna. En distintos proyectos para futuras misiones tripuladas, estas cuevas se han indicado como una alternativa plausible para crear refugios para astronautas y personal técnico. «Gracias al análisis de los datos pudimos crear un modelo de una parte del conducto. La explicación más probable para nuestras observaciones es que se trata de un tubo de lava vacío», agregó en el comunicado Leonardo Carrer, autor principal del estudio.
Refugios contra la radiación y los impactos
De acuerdo a un artículo publicado en The Debrief, además de ser entornos ideales para refugios subterráneos, estos túneles también podrían proporcionar un grado de protección importante contra la radiación cósmica y solar que bombardea la superficie lunar. Dicha radiación puede ser hasta 150 veces más poderosa con respecto a la que se recibe en la Tierra.
Al mismo tiempo, la delgada atmósfera de la Luna brinda una escasa protección contra los meteoritos, como es posible apreciar por la enorme cantidad de cráteres visibles sobre la superficie del satélite natural, y que se han transformado en una característica clave de la imagen lunar. En consecuencia, la creación de refugios dentro de cuevas subterráneas de tubos de lava podría ayudar a reducir la amenaza constante que plantean estos impactos para las futuras misiones.
Referencia
Radar evidence of an accessible cave conduit on the Moon below the Mare Tranquillitatis pit. Leonardo Carrer et al. Nature Astronomy (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41550-024-02302-y