La salida de Vox de sus gobiernos de coalición con el PP ha obligado al los socialistas a cambiar el guion. Pedro Sánchez ha aprovechado su intervención en el pleno del Congreso de este miércoles para celebrar esta “gran noticia”, pero exigiendo al mismo tiempo nuevos pasos a Alberto Núñez Feijóo de cara consumar este “divorcio”. “Romper para siempre” en lugar de iniciar una “relación a varias bandas”, según ironizó desde la tribuna durante su turno de réplica tras presentar al Congreso el plan de regeneración democrática. Para ello puso sobre la mesa la necesidad de renovar o recuperar nuevos pactos de Estado entre los dos grandes partidos, establecer un cordón sanitario a Vox y derogar los “recortes” aprobados por PP y Vox a nivel autonómico.
En materia de pactos de Estado, Sánchez ha reclamado a Feijóo que tras su ruptura con el partido de Santiago Abascal abra la puerta a reforma la ley de extranjería para hacer obligatoria entre las comunidades autónomas la distribución de menores migrantes llegados a la frontera sur. Un asunto considerado de Estado y que seguiría la filosofía del pacto sobre migración y asilo, apoyado por el PP en Bruselas. Esta analogía es la misma que utilizó Sánchez para pedir el apoyo al plan de regeneración, pues se centra principalmente en la aplicación de un reglamento europeo sobre medios de comunicación que salió adelante con el voto de la familia popular europea.
Los otros dos pactos de Estado que el presidente del Gobierno priorizó son los relativos a la lucha contra la violencia de género y el transfuguismo. El primero quiere renovarse antes de que finalice el año para dotarlo de nuevos medios y recursos.
La mención al pacto antitransfuguismo fue recibida con reproches y agravio en la bancada popular porque Sánchez lo asoció a la “compra de diputados y consejeros” de Vox tras romper las coaliciones. Tras reclamar la vuelta del PP al pacto que “abandonaron hace tres años”, recriminó a los populares que “no fichan talento, compran diputado”, para añadir que “transfuguismo es corrupción”. “Vuelvan al pacto antitransfuguismo”, concluyó para acusar de “retroceso democrático” que se mantengan a consejeros de Vox, ya fuera de su partido, en los gobiernos de Castilla y León y Extremadura.
Los socialistas están modulando la oferta de estabilidad a los gobiernos regionales del PP en solitario después de que los secretarios generales de Extremadura y Castilla y León se abriesen a ello. El jefe del Ejecutivo acotó los votos del PSOE “para derogar todos los recortes y retrocesos”. “Ahí tienen el apoyo del PSOE”, aseguró tras reclamar también a Feijóo que rompan “todos sus acuerdos con Vox” en los cerca de 140 ayuntamientos en los que cogobiernan.
La “oportunidad” de Feijóo
Sin mostrar demasiado optimismo, Sánchez ha calificado la ruptura de los gobiernos entre PP y Vox como una “oportunidad” para una moderación en la estrategia de oposición de los populares. “Demuéstrelo con hechos”, exigió a Feijóo antes de pedir que se extienda a la política española el cordón sanitario que se practica en Bruselas contra la ultraderecha. “Si podemos pactar en Bruselas”, argumentó en referencia al acuerdo para dejar fuera del reparto de los altos cargos a las formaciones ultras, “porque no poner un cordón sanitario también aquí”.
Los socialistas están a la expectativa de la reacción ahora de los populares. Es por ello que evitan adelantar pasos sobre la respuesta de sus grupos parlamentarios ante la ruptura de los gobiernos autonómicos de PP y Vox. La intención es preparar la estrategia a seguir a partir de ahora en cada parlamento autonómico donde los populares se encontrarán con una mayor debilidad al estar en minoría y enfrentados a Vox. Negociación ley a ley y “pruebas del algodón” en asuntos de Estado que se abordarán en el Congreso. Geometría variable, entre el Congreso y los parlamentos autonómicos.