Cuatro soldados indios y un policía murieron y otro miembro de las fuerzas de seguridad resultó herido en un tiroteo con insurgentes en la Cachemira india, afirmaron este martes fuentes oficiales, en un nuevo enfrentamiento en la disputada región.
«El contacto con los terroristas se estableció hacia las 21:00 hora local (15:30 GMT), lo que resultó en un fuerte tiroteo», afirmó el Ejército en la red social X, señalando que el enfrentamiento dejó varios militares heridos.
Una fuente policial, que pidió el anonimato, afirmó a EFE que el suceso se desató cerca de la ciudad de Doda después de que las fuerzas de seguridad recibieran información sobre la presencia de insurgentes en la zona. «Al menos cinco soldados y un policía resultaron heridos por disparos tras el intercambio de fuego inicial con los terroristas», afirmó la fuente. Tras ser trasladados al hospital, añadió la fuente oficial, cuatro soldados murieron durante la pasada noche y otro policía falleció.
Se trata del segundo tiroteo de importancia en una semana en la, hasta hace poco, comparativamente pacífica división de Jammu, habitada mayoritariamente por hindúes, que forma parte de la Cachemira controlada por la India.
El pasado 8 de julio, cinco soldados murieron en un ataque insurgente en el distrito de Kathua. Se trata de una serie de sucesos indicativos de la expansión de las actividades insurgentes más allá de los distritos de Poonch y Rajouri, fronterizos con Pakistán. Poco después del ataque de la semana pasada, la Policía estimó que medio centenar de insurgentes podrían estar operativos en la zona, y el ministro del Interior, Amit Shah, llamó al Ejército a «utilizar todas sus capacidades antiterroristas para eliminar la amenaza en Jammu».
Pakistán y la India se disputan la soberanía de Cachemira desde la partición del subcontinente en 1947, tras la descolonización británica, y por ella han librado varias guerras y otros enfrentamientos de menor entidad. Desde 1989 la región se ha sumergido en una revuelta armada contra el dominio de Nueva Delhi, un conflicto en el que han muerto decenas de miles de personas, mientras que la India acusa a Pakistán de ser cómplice de la insurgencia, e Islamabad lo niega.