El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, ha hecho un llamamiento para reaccionar a tiempo ante las «señales de riesgo» que suponen los comportamientos machistas con el fin de que las mujeres afectadas hagan uso de los recursos de protección desplegados por las administraciones.
Beltrán ha hecho esta petición tras el minuto de silencio convocado este martes frente a la Delegación del Gobierno en Aragón en señal de repulsa por el reciente asesinato machista de una mujer de Ejea de los Caballeros a manos de su marido y en el que también han participado representantes del Parlamento autonómico, la DPZ y el Ayuntamiento de Zaragoza.
Para el representante del Gobierno central en la Comunidad, se trata de cifras «abrumadoras», con 26 mujeres asesinadas en lo que llevamos de 2024, 11 de ellas en los últimos 16 días, además de dos menores, hijos de una de ellas y la madre de una de ellas.
Beltrán ha reclamado «llamar por su nombre» a la violencia de género: «Hay que reconocer que es una realidad que existe, tipificada como tal y es que los hombres, los maridos, parejas, exparejas matan a las mujeres por el hecho de serlo, por el hecho de ser mujeres», ha subrayado.
Ante la cifra disparada de casos, el delegado del Gobierno en Aragón ha instado a «revisar y a repensar» todos los mecanismos que desplegados para evitar estos hechos y proteger a las mujeres.
Un objetivo que empieza, ha remarcado, «por la formación, por la identificación de las realidades que se están viviendo, llamar a las cosas por su nombre. No son problemas en el entorno de la pareja, no es violencia intrafamiliar», ha sostenido.
«Estamos hablando de sensibilizar empezando por los colegios, por las charlas que se están dando sujetas al plan de formación dentro de los centros escolares por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad para seguir con todos los mecanismos que se despliegan a nivel estatal, a nivel autonómico, comoarcal y local para poder prestar ayuda a todas estas mujeres que lo necesitan», ha explicado.
En ese sentido, ha pedido permanecer atentos a «las señales claras que empiezan cuando el varón trata de controlar el móvil de su pareja, cuando trata de controlar sus días, sus tiempos, con quién está, con quién no está». «A continuación, ha proseguido, empieza la presión psicológica, empiezan los insultos, las vejaciones, a continuación empieza ya la violencia física».
En ese punto, ha apelado a las mujeres afectadas: «Tienen que sentir ya que están sufriendo un riesgo y han de ponerse en manos de todos los recursos que se están desplegando para ayudarlas a identificar la situación y a poder salir».
Una solicitud que ha hecho extensiva a los varones implicados: «Quienes ven cómo no pueden controlar esa necesidad de buscar lo que está haciendo su pareja en cada momento, de saber qué es de su tiempo, de su vida, de sus ritmos y que empieza a agredirla psicológicamente y ese impulso de agresión física, también tiene que buscar ayuda, ayuda profesional, porque son comportamientos en los que también se necesitan los mecanismos de ayuda externa», ha advertido.
Al respecto, ha reconocido que el Pacto de Estado contra la Violencia sobre la Mujer está en «permanente revisión», para «ir perfeccionando» sus mecanismos, los puntos violeta, las asistencias a las atenciones comarcales, los puntos de información a las mujeres, intensificar durante el periodo estival y fiestas de verano. «Toda la atención que puedan precisar porque muchas de esas mujeres tienen una dependencia económica y psicológica de sus parejas para que, tanto jurídicamente como socialmente no se queden en el desamparo y puedan llegar a delimitar o a determinar que hay que romper esa relación tóxica que puede llegar a ser criminal para poder rehacer sus vidas», ha conluido.