No ha roto el PP, ha roto Vox. Europa planta a la ultraderecha, pero en España es la ultraderecha la que ha plantado a Feijóo, porque Feijóo jamás se hubiese atrevido a hacerlo. El aún líder del PP es tan racista y tan xenófobo como la ultraderecha, de hecho, hace unos días pedía desplegar buques de la Armada para que actuasen contra los cayucos.
Ha sido un joven de 16 años quien ha destrozado a Feijóo y a Abascal y ha conseguido que los españoles y españolas de bien se alejen de sus discursos de odio. Porque hoy los niños de España, y los no tan niños, admiran a Lamine Yamal, lo consideran un héroe, un héroe que pese a su corta edad conoce demasiado bien lo que es la inmigración, pero que con su sonrisa, sus braquet, su modestia y su fantástico juego ha conquistado nuestro corazón y de paso ha conquistado Europa con su fútbol.
Que Abascal haya roto con Feijóo aduciendo que acoger a 120 niños extranjeros suponía inseguridad para seis comunidades autónomas, con más de 12 millones de habitantes, demuestra su falta de decencia y su maldad. Pero eso ya lo sabíamos. También lo sabía Feijóo, pero a pesar de ello blanqueó a Vox y los incorporó, primero al gobierno de Castilla y León, y después a los de la Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Murcia. Y abrió las puertas a la ultraderecha en las instituciones, porque su único objetivo desde el primer día ha sido alcanzar el poder a cualquier precio.
¿Cómo explicará Feijóo a sus compañeros de las derechas democráticas europeas que él no ha vetado a la ultraderecha, que ha sido la ultraderecha la que le ha vetado a él? Pero lo peor, es que todo este montaje aparenta ser una gran pantomima, un gran “paripé”, más falso que una moneda de latón.
Es una pantomima, porque no han roto en ninguno de los 140 Ayuntamientos donde gobiernan PP y Vox, incluidas algunas capitales de provincia como Valladolid, Toledo o Burgos. ¿Es una ruptura solo a medias? ¿Es que en las comunidades se rompen los pactos, pero en los Ayuntamientos no? Pero vamos a ver, si en ambas instituciones gobiernan destrozando derechos, libertades y recortando las políticas sociales, ¿por qué lo que vale para las comunidades no vale para los ayuntamientos? ¿Sr. Feijóo, puede aclarárnoslo?
Es una pantomima, porque Vox seguirá en la presidencia de Parlamentos autonómicos pese a la ruptura con el PP, concretamente, en los de Baleares, la Comunidad Valenciana, Castilla y León y Aragón. ¿A qué esperan para dimitir? Si tan enfadados están, ¿por qué no rompen de verdad también aquí?
Es una pantomima, porque el PP ya ha “comprado” por un cargo a varios consejeros de Vox. Es el caso del ya tránsfuga de Extremadura que ha dicho adiós a su partido y sigue en el cargo y el caso del acomodado consejero de Cultura y Deportes de Castilla y León que también continuará en el cargo. Y una pregunta, ¿es que estas personas por la mañana pensaban como Vox y por la tarde ya piensan como el PP? ¡No nos tomen más el pelo!, solo les importa la “paguita”. Y por cierto, Sr. Feijóo, ¿va a gobernar con tránsfugas ultras?
Y es una pantomima, porque el discurso del PP ni ha cambiado ni va a cambiar. Los barones del PP ya han dicho que no se plantean un giro drástico en sus políticas porque van a seguir dependiendo de la ultraderecha. Van a continuar “sine die” tocándole las palmas a Vox. ¡Qué pena!
Sr. Feijóo, ¿de qué moderación habla ahora? Usted hace una semana defendía el despliegue de la Armada en las costas africanas para frenar la inmigración y detener los cayucos. Incluso agitaba el bulo ultra de que el gobierno mete en aviones a menores migrantes y por las noches los abandonaba por las calles. Por mucho que los medios de la derecha pretendan mejorarle el traje, su traje es el mismo, el de las mentiras, las falsedades y los planteamientos que se mimetizan con la ultraderecha.
Pero volviendo a la ruptura del pacto por parte de Vox, ¿que van a hace todos sus cargos que se colocaron en los gobiernos de las comunidades del PP y que ahora se quedan sin “paguita”? ¿De qué van a vivir ahora? Abascal seguirá cobrando, pero ellos no. La imagen de las “caritas” de la rueda de prensa del otro día era todo un espectáculo. No sabemos si como odian a los inmigrantes, ahora que ya no tienen trabajo, esperan ser contratados para trabajar ellos de sol a sol en los invernaderos de Almería por un salario miserable.
Sea como sea, como dice el presidente Pedro Sánchez, “España hoy es un país mejor y por tanto, no puedo ocultar mi alegría y felicidad”. Los españoles y españolas ganan con la salida de Vox de los gobiernos autonómicos. Falta que también abandonen los ayuntamientos y cierren la puerta al salir.
Feijóo lleva meses vaticinando que el gobierno de Pedro Sánchez tenía los días contados, pero lo que ha tenido sus días contados han sido sus pactos con la ultraderecha de Vox, que han terminado explotándole en la cara.
Sr. Feijóo, demuestre que ha aprendido algo y abandone la senda ultra, porque la ultraderecha es una amenaza real que avanza en Europa y en el mundo. Derogue las leyes que el PP ha aprobado en contra de las mujeres y en contra del colectivo LGTBI. Y de paso, apoye la reforma de la Ley de Extranjería para que, niños y niñas migrantes puedan ser acogidos en las diferentes comunidades tras un largo sufrimiento. Hasta el PP de Canarias y de Ceuta le han pedido que se siente con el presidente Pedro Sánchez para buscar acuerdos en esta materia.
Sr. Feijóo, debe decidir cómo quiere ser recordado. ¿Arrimará de una vez el hombro y ayudará a nuestro país o va a seguir con su oposición destructiva y con su discurso de bulos, mentiras y odio? Entérese, o se está con la moderación o se está con Vox. O se está con la democracia o se está con aquellos que aspiran a erosionarla.
