Tras la ruptura entre Vox y el PP que ha motivado la salida del Consell del exvicepresidente Vicente Barrera, y de los dos consellers Elisa Núñez y José Luis Aguirre, la oposición exige a Carlos Mazón que rompa con el resto de la influencia del partido de Santiago Abascal. El primer mensaje fue distanciarse de sus ideas, con las leyes y políticas que se han aprobado este año. Desde hoy, el objetivo es, además, sustituir a la presidenta de las Cortes, la voxista Llanos Massó. Y para ello hay que cambiar las reglas del juego.
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, avanzó ayer que su grupo presentará una propuesta de reforma del Reglamento de las Cortes para regular un procedimiento de remoción del cargo de la Presidencia. Cabe recordar que a la presidenta no se la puede destituir: tendría que dimitir, y el propio Santiago Abascal ha dejado claro que esos puestos quedan fuera de la ruptura con el PP. Compromís cree que con este procedimiento, presente también en el reglamento del Parlamento de Baleares, se podrá acabar con el mandato de la actual presidenta de Llanos Massó.
Motivos de cese
En concreto, la propuesta de reforma consistirá en la introducción de un nuevo epígrafe en el artículo 38 de las Cortes que regula los motivos de cese de los miembros de la Mesa. En este punto se introducirá la figura de la “remoción del cargo por negligencia notoria y grave en el cumplimiento de las obligaciones y los deberes del cargo”. La moción de remoción tendrá que ser propuesta, al menos, por dos grupos parlamentarios o por una quinta parte de los diputados y las diputadas y tendrá que ser aprobada por una mayoría reforzada de tres quintas partes del Parlamento. Una vez aprobada la remoción se procedería a la elección del miembro de la mesa cesado. Todo esta hipótesis requiere el concurso del PP. El president Mazón ha dejado claro, sin ser taxativo, que la presidenta de las Corts debería marcharse: “La coherencia de cada uno le corresponde explicarlo a cada uno. No voy a ser yo el que justifique la coherencia de los demás”.
Ahora bien, ¿cumple Massó esos supuestos? “Es evidente que Llanos Massó es la definición perfecta de la negligencia en el ejercicio de su cargo. Desde el primer momento ha demostrado que no es digna del cargo que ostenta. La negación constante de la violencia de género, los exabruptos e insultos constantes a través de su perfil oficial, el uso partidista de la institución y la total parcialidad en el ejercicio del cargo sueño solo algunos ejemplos que justifican expulsar a la extrema-derecha de la presidencia del Parlamento”, señalaba ayer el síndic de Compromís Joan Baldoví. “Ahora el Partido Popular ya no tiene excusas para continuar protegiendo a Llanos Massó. Con esta reforma tendrá que demostrar si realmente quiere recuperar la dignidad de las Cortes Valencianas o si continúa amparando a una presidenta indigna que se aferra al cargo”, concluyó. Obviamente, en caso de que el Partido Popular decidiera asumir esta vía, la izquierda también se vería obligada a votar a un nuevo presidente o presidenta de la cámara del PP, ya que difícilmente Vox lo haría.
Una año de polémicas
Lo cierto es que este año con Vox al frente de las instituciones ha sido agitado. Massó ha roto con varias tradiciones en la Presidencia. Una de ellas fue la eliminación de los Premios Guillem Agulló, instituidos durante el primer mandato del Botànic, con Enric Morera como presidente. También molestó especialmente a la izquierda el vaciado de contenido de la celebración del 25 d’Abril, conmemoración de la desfeta d’Almansa y la pérdida dels Furs. Massó realizó su discurso íntegramente en castellano, y la llamada a “ofrendar nuevas glorias a España”, dijo.
Massó también trasladó a la cámara autonómica algunas de las batallas culturales de su partido. Por ejemplo, no se exhibió la bandera LGTBI durante los días del Orgullo, tal como era habitual; y se desmarcó de la pancarta con la que las autoridades de las Corts condenan cada asesinato por violencia machista, provocando la anomalía de que, ahora mismo, en cada minuto de silencio aparecen dos pancartas diferenciadas.
Insultos
La polémica también ha estado presente en los últimos días, y ha saltado incluso al terreno del fútbol. Después de que varios jugadores franceses pidieran el voto en las pasadas legislativas contra la ultraderecha, Massó reaccionó en las redes sociales. Animó a los jugadores de España, que se enfrentaban al equipo galo, «ya no tanto por el fútbol sino por derrotar a unos imbéciles millonarios elitistas que mientras ellos viven en sus mansiones, condenan a sus compatriotas a la inseguridad y el desastre y lo celebran».
Vehículo oficial
Las polémicas en torno a Massó se han solapado incluso con este brusco final de las relaciones entre Vox y el PP. Tal como avanzó Levante-EMV, la presidenta de la cámara utilizó su vehículo oficial para desplazarse a un acto de partido. En concreto, a la reunión celebrada en Madrid en que el pasado jueves la dirección nacional de Vox decidió la salida de sus miembros de los gobiernos regionales en los que la formación gobernaba en alianza con el PP. Este hecho ya provocó el sábado la reacción de Compromís, por el uso de los medios oficiales. Además de esto, la presidenta se ausentó del pleno que se celebraba ese mismo jueves en las Cortes. Por cuestiones de tiempo (la reunión estaba convocada a las seis y media de la tarde), Massó tuvo que adelantar su salida, perdiéndose aproximadamente la última hora de la sesión.
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