La escena musical internacional cada vez nos permite disfrutar de proyectos artísticos más especiales y originales. Antes, la mera suposición de que un DJ underground presentara su proyecto discográfico con éxito solo estaba al alcance de gigantes como David Guetta. Y eso en los estilos más comerciales. Desde la democratización de internet eso ha pasado a ser un statement obsoleto. Ahora los estilos musicales más underground son capaces de convertirse en protagonistas de la escena musical, y lo mismo pasa con quienes se encargan de popularizarlos.
Precisamente este es el caso de Kinara. Una DJ argentina de orígenes sudafricanos que ha brillado en las fiestas más populares a ambos lados del Atlántico. La BRESH primero, pero también ElRow en Madrid, así como los clubes que están ayudando a redefinir el sonido en la capital española como Antídoto o Casa Pepa, han sido testigos del potencial de Kinara.
En una entrevista con ElPlural.com, Kinara reflexiona sobre su música, orígenes y cómo su viaje vital le ha llevado de Sudáfrica hasta el barrio de Chueca pasando por Argentina.
P: Tienes un acento argentino muy marcado, a pesar de vivir poco tiempo allí.
R: Siempre digo que soy una argentina trucha porque agarré la tonada en pocos años.
P: Naciste en Sudáfrica y a los 16 años te mudaste a Argentina. ¿Y eso?
R: Mi mamá es de allá. Estuve cinco años más o menos y me vine para acá. Después volví a Argentina y acá estoy de nuevo.
P: Qué curioso que tu madre emigrara de Argentina a Sudáfrica
R: Es una mujer bastante excéntrica. Tenía 19 años y vivía con mis abuelos en un pueblo muy religioso. Ella quería marcharse fuera para aprender inglés y eligió el que más lejos estaba. Precisamente, en ese año se habían abierto las fronteras por el final del apartheid. En Sudáfrica estudió etnomusicología, que es el estudio de las músicas tradiciones de África. Viajó mucho y terminó por quedarse. Es una capa.
P: ¿Qué significa crecer en un país como Sudáfrica?
R: Tengo recuerdos bastante buenos. Fui una escuela Waldorf, cuya educación es muy hippie. Andabas descalzo, había huertas, podías trepar por los árboles y yo era reloca. Además, Sudáfrica es un país sumamente hermoso, con mucha cultura, danza y música. Luego la vida es dura y más aún siendo una mujer joven. Es un país bastante inseguro. Uno habla de la infancia y tiene la imagen de jugar a la pelota con los amigos del barrio. Yo eso no lo pude hacer porque no podía estar sola en la calle. Sin embargo, tuve muchas oportunidades, estudié mucho y mis padres siempre me apoyaron en mis decisiones.
P: Por tus venas corre sangre de dos continentes. ¿Cómo ha afectado eso a tu personalidad?
R: Al mudarme a Argentina, por ejemplo, adopté el humor de allá. También la chispa y el lenguaje. En Argentina también desarrollé conciencia política. A través del RKT y la cumbia, entendí, de una forma muy pura, lo que era transmitir emoción a través de la música. En Sudáfrica aprendí lo que son los privilegios. Tener o no tener. También me ha marcado la forma sudafricana de comunicar. Es más fría. Siento que he podido fusionar ambos mundos a la hora de formarme como persona. Mis padres también me han inspirado mucho porque, al fin y al cabo, son músicos de jazz fusión y pude agarrar mucho de ellos. Ser ecléctica y mezclar cosas en algo inherente en mí.
P: También son dos continentes que han sido explotados por el primer mundo. ¿Eso marca a la hora de tener una conciencia política?
R: Obvio. Te das cuenta de que no es igual para todos y que hay que pelear por los derechos de cada une. Tener conciencia y preguntarte por qué mi compañero no tiene algo.
P: Sudáfrica, Argentina y ahora España. ¿Cómo ha sido el golpe cultural de llegar a España?
R: Muy fuerte. Siempre les habló a mis amigos argentinos sobre la tranquilidad que siento aquí. Y vivo en Chueca, donde hay un gran tránsito humano. La gente vive el presente y, al venir de circunstancias políticas tan tensas donde todo el mundo está tan comprimido, es loco vivir otra realidad. Sigo con mi mochilita, todavía. Sin embargo, me gusta estar aquí. Disfruto de la música, la comida y de la gente. Es muy inspirador.
P: ¿Cómo fueron tus inicios en la música?
R: Me gusta decir que nací por la música ya que mis viejos son músicos. Se conocieron en la Universidad de Música de Ciudad del Cabo, se enamoraron y me tuvieron. Desde que soy chiquita me dijeron que tenía que aprender a tocar, por lo menos, un instrumento. Arranqué con el violín y a los seis años, batería.
P: ¿Cómo llegas a la música electrónica?
R: Lo de ser dj vino de forma natural. Siempre fui una persona muy curiosa y tengo una cuenta en Soundcloud desde los 15 años. Solo me escuchaba mi círculo de amigos y yo. Era raro porque no podía compartir lo que me gustaba. Después, empecé a pinchar en una fiesta muy popular y me di cuenta del tipo de reacción que la música provoca en la gente. Ser dj es muy psicológico porque tienes que saber qué música precisa un momento determinado. Entonces, empecé a rebuscar en mis archivos de soundcloud y elegí los sonidos que más me gustaban. Sumé todo eso a mi inspiración, pude encontrar la forma de contar mi historia y el lugar por el que quería ir.
P: Durante tus sets, estableces una relación especial con el público.
R: Me encanta. Más allá de los aspectos técnicos, lo que más me gusta es poder entretener y crear un vínculo con la gente que está en el público. Me gusta ver que gozan y conectan con mi música. Que me conocen.
P: Yendo al EP INTERNET GIRLY. ¿Qué significa este término?
R: Se debe a que la única cosa constante en mi vida ha sido Internet. Nací y ya tenía un notebook. Desde que soy chiquita me hacía mis discos y me tiraba horas buscando música. También jugando online con gente que no conocía y así iba haciendo vínculos. Aprendí mucho a través de forums y encontré comunidades afines a mí. Al sentirme siempre algo outsider, en Internet encontré a gente con gustos como los míos con los que podía compartir vivencias. Además, la vida me ha hecho vivir lejos de gente importante e internet es la vía para poder conectar con ellos. Y el disco va por ahí. He ido viviendo etapas importantes y emocionales y yo iba descubriendo músicas nuevas que conocía a través de la red. El tema Nicotine Addiction viene de mi odio a la gente que fuma. De repente, en pandemia, estaba escuchando mucho UK garage y quise hacer un tema de este género. Y en ese momento me doy cuenta de que tengo adicción a la nicotina. Worlds.com viene de cuando chateaba con gente desconocida en esta web. Me pegó muy fuerte porque en ese momento tenía una relación a distancia y me di cuenta de que era algo muy recurrente en mi vida. Desde los 16 años tengo muchas relaciones a distancia. Lo mismo con Wifi y Sexy. Esta última tiene que ver con un anime con el que me obsesioné.
P: ¿Cuál?
R: Evangelion. Me identifico mucho con la serie. El tema era para un rapero. Pero no se atrevía a usar un vocabulario explícito. Entonces lo hice yo. Vi que era muy aburrido hablar solo de sexo y pensé en hablar de Evangelion desde un punto de vista erótico. Es una serie con muchas connotaciones sexuales bastante turbias.
P: Al final, el anime también es un aspecto esencial en todo esto de la cultura Internet.
R: 100%. Todo está a tu alcance. Naruto, Hunter x Hunter, Evangelion, Ataque a los Titanes. Fíjate en los missing millions de Japón. Esos chicos que se encierran en sus habitaciones, no salen de ellas y desaparecen de la sociedad. Yo tuve una época un poco así. Igual un día me hago Real World Girly.
P: ¿Qué proyectos futuros tienes?
R: Estoy entregadísima con todo lo que vaya saliendo. Tengo ganas de hacer colaboraciones que me identifiquen. De hecho, tengo hecha una lista secreta que espero ir cumpliendo. Tengo ganas de pinchar en sitios grandes y se están preparando cosas bonitas para el futuro.