Carlos Alcaraz ha hablado con Kate, Princesa de Gales, y su hija Carlota. Son muchos los compromisos que esperan a un campeón de Wimbledon. Recorre los pasillos de la pista central del All England abrazado al trofeo y saludando a quien se lo pida. Lo vivió hace doce meses, repite sensaciones. Aunque el protocolo todavía no lo domina, tiene a una persona pegado a él que le va guiando.
Sale al balcón de los mejores, en el agradecimiento a los aficionados, que vitorean al profesional más joven que encadena Roland Garros y Wimbledon. A sus 21 años, edad que tenían René Lacoste y Lewis Hoad, aunque bate el récord de precocidad en la era Open, siendo el sexto y más temprano, rebajando los 22 de Bjorn Borg.
Pleno de 4 de 4 en finales de Grand Slam, «pero no me consideraré un verdadero campeón hasta que no me acerque a ellos, a los tenistas que considero leyendas, grandes campeones», comenta. Está mirando a los Rafa Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer.
No descarta nada, porque va rápido pero queda camino que recorrer. Tiene en un par de semanas otro reto de altura, los Juegos Olímpicos de París. Casi sin tiempo para disfrutar del éxito.
«Es lo que tiene el tenis. Ganas un día y a las semanas tienes otro torneo muy importante. Voy a disfrutar esto en casa con los míos unos días. Para aliviar la tensión. Tengo muchas ganas de vivir mis primeros Juegos».
Va con todo, en un excelente momento de forma. «No vamos a por un oro, vamos a por los dos oros con Rafa (Nadal)», subrayó. Disputará el individual y el doble, del 27 de julio al 4 de agosto, en la tierra batida de Roland Garros. Aunque en partido al mejor de tres sets.
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Le esperaba la Cena de Campeones, durante la cual seguirá la final de la Eurocopa España-Inglaterra. «No me la puedo perder, la seguiré de alguna manera, por el móvil».