A tres días de la celebración en Orihuela de la Reconquista, cuando en las calles lucen guirnaldas de fiesta y los cuarteles y kábilas han invadido las calles y plazas de la ciudad, mientras que sus gentes aderezan las galas guerreras moras y cristianas; puede ser un buen momento para detenernos en el tiempo y recordar a algunos de aquellos que trataron de su Historia y Tradición, haciendo uso de la oratoria sagrada. Así como de la pintura, el grabado, la pintura, el dibujo, la literatura, la poesía y la música.
Vamos a situarnos en 1242 ó 1243 sin detenernos en otros aspectos y en la descripción que, en varias ocasiones hemos tratado sobre aquellos personajes que la historia y la tradición nos refieren y, que las madres que nos educaron siendo niños nos narraron como la hazaña de la Armengola, incluyendo la intervención empírea de la Patronas de la Ciudad, Santas Justa y Rufina, y la presencia de nuestra Enseña de «El Oriol».
Desde que la Fiesta de las Santas Justa y Rufina fue declarada en 1400 por Fernando de Pedrosa, obispo de Cartagena, de cuya Diócesis dependía la Villa de Oriola; en un año que no podemos precisar, hace siglos en la Misa del 17 de julio se predica el Sermón de la Reconquista o de «El Pájaro», en el que se nos recuerda la hazaña de la Armengola y la intervención de las Santas alfareras sevillana. Ya en 1577, se encargaba a Juan Jordi abogado de la Ciudad para que hiciera una memoria de la conquista, a fin de que sobre ella se mencionara en el Sermón.
Cinco años después se le encargó la predica a un franciscano del Convento de Santa Ana, cuyo nombre desconocemos, abonándosele al guardián del mismo la cantidad de 10 libras. Sin embargo, del primero del que tenemos noticia sobre la narración de la gesta de la legendaria oriolana en el Sermón, es el agustino nacido en Orihuela Francisco Gregorio Arques, el cual predicó por primera vez el Sermón, en 1617, siendo posteriormente publicado en Valencia Este religioso regular ocupó la Sagrada Cátedra además en los años 1618, 1623 y 1629.
La Fiesta de la Reconquista ha generado creatividad dentro de la cultura popular. De tal manera que localizamos su presencia en la pintura, el grabado, la pintura, el dibujo. Ejemplos de ello los recordamos en la representación de las Santas en los grabados de Guevara y Bartolomé Albert (siglo XVIII); la miniatura que representa la «Guerra de los dos Pedros» del «Cartulario de Orihuela» (1578), en la que las mártires sevillanas aparecen en lo alto protegiendo a la entonces villa de Oriola; las puertas del órgano de la Iglesia de las Santas Justa y Rufina, de Antonio Perales (1734), enajenadas y hoy suponemos todavía ocultas por un tapiz en el Cuartel de Felipe II del Castillo de Santa Bárbara de Alicante; la alegoría de «La Armengola» de Vicente Navarro de 1901, cuyo lienzo descubrimos enrollado en una habitación de la antigua Casa Consistorial de la Plaza Nueva antes de ser derribada, y que actualmente se expone en el Museo de la Reconquista; los dibujos de Fernando Fenoll, Luis Gilabert y Alfonso Ortuño, en los programas de la Fiesta de la Reconquista; los carteles anunciadores y las portadas de las revistas de Moros y Cristianos como la de Pepe Aledo, entre otros.
Sin olvidar el mural que preside la escalera principal del Palacio del Marqués de Arneva y el Monumento a la Armengola junto el mosaico dedicado a la misma, en capuchinos, ambos de Alfonso Ortuño, que disfrutó sufriendo la canícula el día 17 de julio 2011, portando la «Gloriosa Enseña de El Oriol».
En la poesía la Reconquista es recordada en los versos de Juan Sansano Benisa, Miguel Hernández y Eugenio de Pinumbrío. Así como en teatro en las obras de Carmelo Gómez y Ricardo Valero, Antonio Mendoza, Joaquín Más Nieves y Atanasio Díe Marín. En la novela ha quedado la impronta de la Fiesta de la Reconquista, en «Oriolanas» de José María Ballesteros.
De forma popular, la Reconquista y sus personajes eran dados a conocer dentro de la ceremonia religiosa de «El Día del Pájaro», en los villancicos que se cantaban en los siglos XVII y XVIII.
Y dentro de la música debemos de recordar el «Himno a Orihuela» de Carlos Moreno Soria, con letra de J. Montañés, seudónimo del sacerdote José Maciá Abela, que fue estrenado en el Teatro Circo en el Certamen Literario Musical con motivo del Septuagésimo Quincuagésimo Aniversario del fallecimiento de Fernando de Loazes, celebrado en la noche del día 3 de marzo de 1918. Los autores fueron premiados con 250 y 50 pesetas respectivamente.
Podemos encontrar el origen de la leyenda de nuestra heroína, que según Justo García Soriano en su obra «La Reconquista de Orihuela. Su leyenda y su historia», debió de tener su génesis y empezar a transmitirse de generación en generación, antes de que apareciera en letras impresas.
Sin embargo, la tradición la fue acrisolando en la idiosincrasia oriolana dentro de lo más profundo. No tenemos certeza de cuál fue la primera vez que apareció en letras de imprenta, aunque intuimos que pudo ser en los primeros años del siglo XVII, a pesar de las discutidas como apócrifas «Trobes de Jaume Febrer», en las que se cita al personaje de la Armengola.
Por otro lado, hemos de tener en cuenta a Gaspar García Oriolano, en «La Murgetana», publicada en Valencia en 1608, siendo tal vez el primero que refiere dicha leyenda de forma impresa.
Tras él, entre otros autores, que se hicieron eco de la misma, los oriolanos Francisco Martínez Paterna (1612) y fray Francisco Gregorio Arques, (1617).
Y nos queda el vestigio de la celebración de la Fiesta de la Reconquista en los años 1798 y 1799, en el «Compendio Histórico Oriolano», del historiador oriolano Josef Montesinos.
Así, con la aportación de todos ellos, las generaciones de Orihuela han podido mantener viva la Historia y la Tradición de la Reconquista y su Fiesta.