La Audiencia Nacional mantendrá en prisión provisional a uno de los detenidos en la operación que liquidó la mayor estructura online de difusión de propaganda yihadista.
En concreto, a este investigado se le atribuye el haber traducido al español textos radicales que incitaban a la violencia, además de haber buscado en internet y descargado información sobre explosivos y sustancias tóxicas, «susceptibles de ser utilizadas como veneno para la comisión de atentados«.
Así lo expresa la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en un auto, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. En la resolución, fechada a principios de julio, el tribunal rechaza la petición formulada por el abogado del detenido, que solicitó ser puesto en libertad.
Por el momento, eso no sucederá, debido al escaso arraigo del investigado en España, lo que aumenta las posibilidades de que huya del país si sale de prisión. En sintonía con la Fiscalía, la Sala destaca también «la gravedad de los hechos que le son imputados» y las largas penas de cárcel asociadas a los delitos que se le atribuyen. También existe «riesgo de destrucción de pruebas» si queda libre, así como peligro de que volviese a delinquir. Se dan todos los requisitos, por tanto, para que siga en prisión.
La operación policial en la que este investigado fue detenido contó con apoyo del FBI estadounidense y supuso el fin de la mayor estructura de propaganda de la organización terrorista Estado Islámico (también conocida como Daesh).
La coordinó el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional y la Guardia Civil detuvo a un total de nueve personas en tres puntos de España: Algeciras (Cádiz), Antas (Almería) y Salt (Gerona). No obstante, los agentes liberaron directamente a cuatro de ellos tras tomarles declaración, sin ponerles a disposición judicial, debido a su «escasa participación en los hechos», relatan fuentes judiciales a EL ESPAÑOL.
Uno de los arrestados, residente en Lérida, fue engrilletado justo cuando se disponía a viajar a una zona de guerra para unirse al Daesh. Fue capturado en el Aeropuerto de El Prat.
Dos, en prisión
El pasado 13 de junio, el juez Francisco de Jorge puso en libertad, con medidas cautelares, a tres de los cinco individuos restantes y mandó a prisión a los otros dos que pasaron a disposición judicial. Uno de estos últimos recurrió esta decisión ante la Sala, el tribunal jerárquicamente superior al Juzgado. No obstante, su petición ha sido rechazada.
Los magistrados de la Sección Segunda señalan que este detenido se habría encargado de traducir textos yihadistas «idóneos para la incitación a la violencia». Era colaborador de la Fundación I’Lam, que, según el tribunal, «ha creado una estructura de traductores (…) asentada en España». Por ello, a este investigado podría atribuírsele un delito de colaboración con organización terrorista. «E, incluso, [su actuación] es indicio de su integración como miembro, [como parte] de su aparato de propaganda«, precisa la resolución.
A renglón seguido, advierte, además, de que «la intensa búsqueda» en Internet de información sobre explosivos y productos químicos como la fosfina «es indicio no sólo de radicalización, sino de autoentrenamiento para cometer atentados«. «Particularmente, porque esa sustancia es la aconsejada por el Estado Islámico como instrumento para ello», subraya el tribunal, que avala íntegramente la decisión del juez De Jorge de mandar a este investigado a prisión provisional. La consideran, de hecho, «proporcional a la gravedad de los hechos investigados«. El otro de los arrestados que seguirá en prisión es el capturado en el Aeropuerto de El Prat.
Yihadismo en 30 idiomas
La operación de la Guardia Civil que puso fin a la actividad de la Fundación I’Lam no sólo contó con la participación del FBI, la unidad de Inteligencia federal de los Estados Unidos. También colaboraron con el Instituto Armado las agencias Europol y Eurojust y las autoridades de Holanda, Alemania, Francia, Estonia, Rumanía e Islandia.
La Benemérita celebró el fin de este «tejido virtual yihadista» que proporcionaba material violento en más de 30 idiomas gracias a la labor de decenas de traductores, como este investigado.
La red desplegada por la Fundación I’Lam es, a ojos de la Guardia Civil, «la mayor estructura online de difusión de propaganda que tenía hasta ahora la organización terrorista Estado Islámico».
La investigación de la Benemérita se inició en España en el año 2022, tras detectarse un aumento de la traducción al español de contenidos terroristas.
«Fruto de las investigaciones practicadas, se ha podido constatar objetivamente que los responsables de la Fundación I’Lam son (…) los creadores de otras entidades mediáticas afines al Estado Islámico«, anunció el Servicio de Información de la Guardia Civil en un comunicado difundido el pasado 14 de junio.
En torno a esta organización se agrupaban varias webs que, pese a no ser parte de las consideradas oficiales de Daesh, sí eran difusoras de su ideario y sus directrices, además de una vía de acercamiento, «no oficial» y «simpatizante», a las consignas yihadistas de forma descentralizada y multiplataforma.
«La relevancia de la estructura investigada radica no solamente en la ingente cantidad de material terrorista al que daban acceso, sino que destaca el diseño de la misma, conformada por una compleja estructura de servidores específicamente configurada para ser resiliente», subrayó la Guardia Civil en su comunicado. Este complejo entramado informático se financiaba a través de criptomonedas.
«En las páginas web investigadas se instigaba de manera permanente a llevar a cabo acciones terroristas y se ha dado amplia publicidad a los últimos ataques cometidos tanto en Europa como a nivel global», señaló el Servicio de Información.