Es Marta Rovira quien, como secretaria general de ERC, lleva el mando de las negociaciones para la investidura, ahora con la posibilidad, además, de liderarlas personalmente tras su regreso a Cataluña. Despacha tanto con el PSC como con Junts, pese a que los republicanos admiten que solo Salvador Illa tiene al alcance una mayoría para ser presidente porque los socialistas no permitirán que lo sea Carles Puigdemont con una abstención. Pero, en paralelo, socialistas y posconvergentes tienen también interlocución con Oriol Junqueras, quien consideran que, pese a haber dimitido hace un mes de la presidencia del partido, continúa teniendo una ascendencia sobre la militancia que le permite mantener las expectativas de recuperar el liderazgo en el congreso del 30 de noviembre.
El cruce de reuniones que han trascendido son solo la punta del iceberg de cómo los teléfonos echan humo en todos los flancos. Si Junqueras se reunió largamente el 30 de junio en Waterloo con Puigdemont, Rovira lo hizo con Jordi Turull el lunes pasado en Ginebra. La número dos del PSC y líder del equipo negociador del partido de Illa, Lluïsa Moret, mantiene contacto semanalmente -ahora ya podrá hacerlo con regularidad de forma presencial- con la secretaria general de los republicanos. Pero Moret, como otros dirigentes de la cúpula socialista, tienen también hilo abierto con Junqueras, a quien hace años que conocen.
Lograr el ‘sí’ de ambos
«La relación es buena con ambos», aseguran fuentes de la calle Pallars, que confirman que las negociaciones avanzan en sintonía al «buen ritmo» expresado esta semana por la portavoz de ERC Raquel Sans. Sobre la mesa hay carpetas de calado como el modelo de financiación o la gestión del aeropuerto de El Prat, así como políticas para potenciar el uso del catalán. Illa es consciente de que será la militancia de ERC quien tenga la última palabra a la hora de validar el acuerdo y que, en un momento de aguas revueltas en la calle Calàbria, la mejor garantía de que los republicanos den su ‘sí’ es que tanto Rovira como Junqueras bendigan al unísono el pacto de investidura. De hecho, si tienen ese doble canal abierto es porque la secretaria general ya ha anunciado que dejará el cargo en el cónclave de ERC, por lo que en el PSC entienden que, en caso de que haya investidura, tendrá que entenderse con quien lidere el partido después.
Y ese alguien, por ahora, no ven que pueda ser nadie más que Junqueras, por más que se haya puesto sobre la mesa el nombre de Carme Forcadell para ostentar una «presidencia simbólica», propuesta que trata de sellar una ‘pax romana’ entre los dos frentes en disputa dentro de ERC. Es la misma lógica con la que actúan desde Junts, que hace semanas que se arremangan para remendar las deterioradas relaciones con los republicanos, especialmente con Junqueras, y con quienes pudieron pactar la presidencia y la mayoría independentista en la Mesa del Parlament. Pese a ser conscientes de que a Puigdemont no le salen las cuentas, los republicanos interlocutan a dos bandas mientras el PSC insiste en que solo Illa puede ser presidente.
Hablar con «todo el mundo»
Desde el entorno de Junqueras no niegan que el expresidente de ERC mantenga canales abiertos con otros partidos. «Junqueras habla con todo el mundo«, aseguran fuentes próximas al exlíder republicano. La prueba más evidente es la reunión reciente que mantuvo con Puigdemont en Bélgica. También se le pudo ver haciendo un aparte con el secretario general de Junts, Jordi Turull, el viernes en Cantallops, el municipio al que llegaron los dirigentes y activistas independentistas que volvieron de Suiza.
Eso sí, las mismas fuentes próximas al exlíder republicano quieren dejar claro que, pese a esta interlocución, «Junqueras no negocia al margen». Es decir, que no busca puentear la negociación formal que hay abierta entre ERC y el PSC o las conversaciones entre ERC y Junts. Entre otras cosas, porque en la negociación formal también participan algunos representante-s de ERC afines a él. Pese a la batalla interna por el control del partido que mantiene con Marta Rovira, los dos han mantenido un pacto no escrito por el cual algunos ‘junqueristas’ están al tanto de la negociación. Puede que no en el meollo, pero no han quedado excluidos.
Por ahora, Junqueras se mantiene hermético sobre la negociación entre su partido y el PSC, que es la que está más avanzada, aunque no resuelta. El exlíder de ERC, en el mes que se ha cumplido desde que dimitió como líder, se ha centrado más en recorrer las agrupaciones del partido buscando apoyos que no en prodigarse en declaraciones públicas o en entrevistas en medios de comunicación. Sin embargo, algunos de sus dirigentes afines han trasladado en las reuniones de la ejecutiva, según varias fuentes presenciales consultadas por EL PERIÓDICO, que avalan que se intente un pacto con los socialistas.
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