El objetivo principal de la Dirección General de Tráfico (DGT) siempre es el de reducir al máximo el índice de siniestralidad en España. Por este motivo, con tal de combatir el exceso de velocidad en carretera, una de las principales causas de accidentes en nuestro país, la DGT ha lanzado un nuevo método: los radares en cascada.
Son muchos los conductores que circulan por la carretera y cuando detectan un cartel informativo que les avisa de la presencia de un radar levantan el pie del acelerador para ajustarse a la velocidad máxima de la vía y evitar recibir una sanción. Acto seguido, tras pasar la zona en la que está ubicado el cinemómetro, vuelven a aumentar la velocidad del vehículo.
Para acabar con esta práctica tan perjudicial para la seguridad vial, la Policía Foral de Navarra comenzó a utilizar durante la pasada Semana Santa los radares en cascada. Este método poco utilizado en España consiste en colocar un radar móvil algunos metros después del radar fijo, de forma que si una vez pasado el radar fijo, debidamente señalizado, el conductor acelera pensando que el peligro de ser multado por exceso de velocidad ha remitido, se encontrará con un segundo radar móvil preparado para multarle.
Con los radares en cascada la DGT pretende reducir los accidentes de tráfico.
¿Cuál es la multa por circular por el carril incorrecto?
La circulación injustificada por los carriles derecho e izquierdo está tipificada en el Reglamento General de Circulación como una infracción grave, y la sanción asciende hasta los 200€ de multa.
Adiós al distintivo tradicional que llevaban todos los coches
La nueva señal V-16, de color amarillo que sustituirá a los triángulos de preseñalización de peligro, será obligatoria en 2026 y hasta esa fecha podrá ‘convivir’ con el actual sistema, según establece el real decreto aprobado este martes por el Consejo de Ministros.
A propuesta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el Gobierno ha dado luz verde a un real decreto que, además, regula los servicios de auxilio en vías públicas con el objetivo último de garantizar la seguridad del sector, en el que unos 11.000 vehículos que efectúan a diario numerosas operaciones de ayuda y rescate que entrañan un alto grado de peligrosidad. Su redacción, en la que han colaborado los ministerios de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; de Industria, Comercio y Turismo, y de Defensa, implicará modificaciones en el Reglamento General de Vehículos y en el de Circulación.
El real decreto sustituye el actual dispositivo de señalización de peligro consistente en dos triángulos colocados delante y detrás del vehículo inmovilizado, por un dispositivo luminoso de color amarillo que se colocará en la parte más alta posible del vehículo inmovilizado, que será obligatorio a partir del 1 de enero de 2026. Esta nueva señal garantiza su máxima visibilidad y comunicará su activación, desactivación y geoposicionamiento al Punto de Acceso Nacional en materia de Tráfico y Movilidad, lo que aportará mayor seguridad. La colocación de los triángulos conlleva tener que salir del vehículo para su colocación.