No miran el calendario. Ya contaron las horas antes del encuentro. No se sabe quién deseó adelantar el minutero más. Si los 41 niños en su campamento de Tinduf o si las familias de la Región de Murcia que iban a acogerlos. Sabían ambos que el abrazo y los besos de la presentación inicial iniciaban un sueño cumplido del que llevan ya 10 días.

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