Como Carmela estaba muy preocupada por el futuro de Rocco, decidió buscarle cuando antes una esposa. Después de muchos intentos, la única que aceptó su propuesta fue una mujer siciliana con un hijo de cuatro años.
La boda por poderes se celebró al mismo tiempo en dos puntos diferentes del mundo. Una vez casada, Rosa y su hijo pudieron poner rumbo hacia América con la ilusión de iniciar una nueva vida.
La joven sonríe al ver que toda una familia los está esperando en el puerto de Nueva York y se pregunta cuál de todos será su marido, ya que Carmela le había enviado una foto familiar.
Cuando entiende que Rocco es su marido y que tiene una discapacidad que obliga a que alguien esté constantemente pendiente de él, la cara de la joven cambia por completo. ¿Acabarán entendiéndose?