El delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, y el consejero de Universidad, José Carlos Gómez Villamandos, junto a numerosos cargos públicos y orgánicos del PSOE de Córdoba, además de distintas autoridades civiles y militares de la provincia, han despedido este viernes, en la capilla ardiente instalada en la Subdelegación del Gobierno, a la que fuera la primera mujer subdelegada en la provincia, la socialista Rafi Valenzuela, fallecida este jueves a los 63 años de edad tras una larga enfermedad.
A este respecto y en declaraciones a Europa Press, Pedro Fernández ha dicho que «hoy despedimos a una gran mujer, a una gran servidora pública, que lo demostró durante toda su vida y especialmente en la última etapa de su vida, como subdelegada del Gobierno de España en la provincia de Córdoba, con la que he tenido la suerte y el privilegio de trabajar durante casi tres años, coincidiendo en mi responsabilidad de delegado del Gobierno».
Fernández ha resaltado que Rafi Valenzuela «siempre tenía la prioridad absoluta de mejorar la calidad de vida» de los ciudadanos de su provincia, pues era «una cordobesa de pro que sentía a su pueblo, a su gente y que quería permanentemente mejorar todos los servicios públicos y todas las infraestructuras vinculadas al Gobierno de España».
Además, según ha concluido, era una persona que «todo lo hacía con una sonrisa», con «una manera de afrontar la vida que desde nos sirve de lección a todos los que hemos tenido ese privilegio, al que antes me refería, de haberla conocido», y por eso «hoy es un día de despedida, pero también nos quedamos con lo mejor que ella nos ha enseñado, que es esa manera de afrontar la vida con optimismo, con ganas permanentes de trabajar y de seguir mejorando» la vida de los demás, de modo que, «desde aquí hoy, esté donde esté, un beso eterno para Rafi Valenzuela».
Pedro Fernández, Villamandos y cargos del PSOE, así como amigos y familiares, en la capilla ardiente de Rafi Valenzuela. / A. J. GONZÁLEZ
Por su parte, José Antonio Nieto ha asegurado que «Rafi es una de las personas que hace grande a la política, que hace grande a la administración pública», pues «es una persona que trasciende los colores partidistas y que transmite humanidad».
«Me cuesta trabajo hablar en pasado de ella –ha aclarado– porque la hemos tenido muy presente. Hace muchos años que la conozco, la he visto como responsable en distintos ámbitos de la cultura, como concejal en el Ayuntamiento en Córdoba y como subdelegada del Gobierno».
A este respecto, Nieto ha subrayado que Rafi Valenzuela, allá donde ha tenido responsabilidad, «ha integrado, ha dialogado, ha unido y hoy nos duele decirle adiós, pero nos quedamos con su ejemplo y ojalá vuelvan esos perfiles a la política actual, porque nos hace mucha falta».
La familia socialista
Finalmente, la secretaria general del PSOE de Córdoba, Rafi Crespín, ha querido, en declaraciones a Europa Press, hablar «en el nombre de una de las familias que tenía» Rafi Valenzuela, pues, «como ella era tan buena gente», además de su propia familia, presente en la capilla ardiente, también tenía a su «familia socialista», y en su representación Crespín ha querido agradecer a Valenzuela «la altura y la elegancia con la que ha llevado la defensa de los valores socialistas allá por donde ha ido».
Así, según ha destacado, «ella define fielmente lo que es el consenso, lo que es la política como servicio público. Es una feminista defensora de los valores de la igualdad y defensora también de la justicia social, y allá donde ha estado y ha tenido responsabilidades siempre se lo ha aplicado. Por eso hoy, como socialista, creo que no hay palabras que puedan definir la gran gratitud que le debemos a ella, también de cara a esta familia».
Ceremonia civil
Así lo ha subrayado, en el marco de la capilla ardiente de Rafi Valenzuela, que ha concluido con la celebración de una ceremonia civil en recuerdo de la que también fuera delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, además de directora general del Libro, Archivos y Bibliotecas de la Consejería de Cultura, y concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Córdoba, del que era funcionaria, antes de ser subdelegada, responsabilidad que dejó el año pasado, a causa de sus problemas de salud, falleciendo este jueves a los 63 años de edad.
