Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, ha decidido destituir al vicepresidente de Vox y a los otros dos consejeros de Vox de su Gobierno sin esperar a la dimisión de los mismos tras el anuncio de Santiago Abascal de romper todos los gobiernos autonómicos que mantenía con el PP.

Con esta decisión, Mazón deja fuera del Consell al vicepresidente primero y conseller de Cultura, Vicente Barrera, y a los titulares de Agricultura, José Luis Aguirre, y Justicia, Elisa Núñez.

El único cargo institucional que mantendría la formación de Santaigo Abascal en la Comunidad Valenciana sería la Presidencia del parlamento, que ejerce Llanos Massó, segunda autoridad en la autonomía, y que tiene acta de diputada.

El ya exvicepresidente Barrera, al lado de Abascal mientras realizaba el pronunciamiento público, había asegurado este jueves por la mañana que su cargo era «del partido» y haría lo que Vox considerara. Esta jornada precisamente se ha celebrado sesión de control al presidente Carlos Mazón en Les Corts, con quien Barrera se ha dado un abrazo, en el que ha sido su último pleno.

También Llanos Massó garantizaba que su partido sería «leal» a sus votantes y no quería especular sobre una posible ruptura del pacto de gobierno con el PP en la Comunitat Valenciana hasta la reunión de la tarde, donde se ha acabado materializando. Con posterioridad, Massó ha reposteado el mensaje de Vox con la intervención de Abascal con el anuncio de la salida de los ejecutivos autonómicos donde gobernaban con el PP.

Un año y un mes de Gobierno

PP y Vox anunciaron el 13 de junio de 2023 que habían alcanzado un preacuerdo para formar un gobierno de coalición en la Comunidad Valenciana tras las elecciones del 28 de mayo, por el que la formación de Abascal asumía la Vicepresidencia primera de la Generalitat, también con las competencias de Cultura, así como la Conselleria de Agricultura y la de Justicia, Interior y Gobernación.

Entre críticas de la oposición por la rapidez en la que se había llegado al acuerdo, en el momento del pacto -en el que el PP puso como línea roja que no estuviera incluido el que fue candidato a la Presidencia de la Generalitat por Vox, Carlos Flores, condenado por violencia psicológica a su exmujer y que encabezó finalmente la lista al Congreso por Valencia- ambas formaciones se comprometían a dotar a la Comunitat Valenciana de un gobierno «estable y fuerte», que ha durado poco más de un año.

El pacto de gobierno recogía 50 puntos y cinco líneas básicas «a fin de preservar la libertad, el desarrollo económico, la protección de la sanidad pública y los servicios sociales, la defensa de las señas de identidad propias y la protección de las familias».

El acuerdo llegó tras unas elecciones autonómicas en las que el PPCV fue la fuerza más votada con el 35,37 por ciento de los votos y 40 diputados, mientras Vox logró el 12,41% de apoyos y 13 escaños. Los dos partidos suman así la mayoría suficiente de 50 parlamentarios.

Antes de la comparecencia de Abascal, el presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Carlos Mazón, garantizaba que el Partido Popular seguirá «liderando el cambio» en la Comunitat Valenciana «sin ninguna duda» y «en cualquier caso», así como que tiene la convicción, la obligación y la ilusión de hacerlo y «nadie» le va a «desviar» de ello: «Voy a hacer todo lo posible y vamos a hacer todo lo posible por seguir gobernando para todos».

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