La industria conservera está siendo «una apuesta irrenunciable para la Xunta de Galicia», según el conselleiro de Mar, Alfonso Villares. «Prueba de ello es que en los últimos cuatro años, la Administración autonómica lleva destinados a su impulso 135 millones de euros«, explicó. Este esfuerzo inversor es posible gracias al Plan Estratéxico da Industria Conserveira Galega Horizonte 2020 y, en la actualidad, al Plan Estratéxico 2022-2030, encargado por el Consellería al Centro Tecnolóxico do Mar y realizado en colaboración con la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos, Anfaco-Cecopesca.
Se trata de dos iniciativas, cofinanciadas a través del FEMP (Fondo Europeo Marítimo y de Pesca) y del FEMPA (Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura), con las que se pretende aumentar el peso de esta cadena en el conjunto de la economía gallega, mejorar la competitividad en los mercados internacionales y consolidar su posición de liderazgo, además de su capacidad productiva y todo el empleo que lleva la asociado.
Así lo trasladó Alfonso Villares este viernes durante de la clausura de la jornada Galicia distrito industrial con sabor a mar, organizada por la patronal de A Pobra y en la que expertos del sector explicaron el recorrido del pescado desde que se captura en el mar hasta que se convierte en un producto de conserva.
Galicia es hoy la principal comunidad autónoma que exporta productos de pesca, acuicultura y sus transformados, ya que a excepción del pescado seco, salado y ahumado, envía al exterior más del 30% del volumen total.
En el ámbito de las exportaciones de preparaciones y conservas del mar, supone más del 75% de la producción y el 70% de la facturación. Es decir, 7 de cada 10 kilos exportados por España salen del territorio gallego, con los países europeos como principales mercados. Por tanto, Galicia es la comunidad que tiene más relevancia en el territorio nacional tanto por el número de empresas, producción, facturación y exportación, como por los puestos de trabajo creados.
«Este sector agrupa a cerca de 260 empresas, que facturan más de 12.000 millones de euros y dan empleo a 26.300 personas, representando así el 5,5% de la industria alimentaria española, pues aporta más del 90% de la producción nacional y el 70% de la facturación y de la oferta laboral», dijo el conselleiro.
Para seguir consolidándolo, Alfonso Villares destacó la importancia de seguir articulando medidas que estimulen el consumo interno y las previsiones de crecimiento de la economía pesquera. Y esto pasa, señaló, «por escuchar al sector y, por tanto, porque las administraciones con competencias en la materia, como es el Gobierno central, den respuestas a las necesidades. Una de ellas es la rebaja tributaria de los alimentos básicos y la consideración de la carne, el pescado y sus conservas como productos de primera necesidad, pero que, a día de hoy, aun no obtuvo el visto bueno del Ejecutivo estatal».
«Por otra parte, es importante dar seguridad jurídica a la cadena mar-industria, con el fin de asegurar la continuidad de su actividad y de atraer nuevas inversiones productivas. Este contexto fue lo que llevó a la Administración autonómica a aprobar la Lei de ordenación e xestión integrada do litoral, convirtiéndola en la primera comunidad que regula la franja costera en toda su extensión, que identifica los usos y las actividades estratégicas en la cosa y faculta que se puedan llevar a cabo de forma sostenible y con plena seguridad legislativa», añadió.
El foro tuvo lugar en el Teatro Elma de A Pobra y en él participaron como ponentes Daniel Hermosilla, CEO del Grupo Rodiñas; Antón Baamonde, autor del libro Galicia, distrito industrial; José Antonio Pérez Sieira, presidente de la Federación Galega de Confrarías; Xoan Carmona, catedrático de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela; Julio Simarro, consejero delegado de Congalsa S.L.; y Rosa Nieto, CEO de Friscos y moderadora del acto.