Apenas 20 días ha estado operativo el muelle flotante estadounidense construido en las costas de Gaza. Ahora, casi dos meses después de su construcción, Washington anuncia que su fin llegará pronto. La infraestructura, que costó a los contribuyentes estadounidenses 230 millones de dólares, se ha topado con varios obstáculos desde su instalación. El muelle se ha desprendido repetidas veces de la costa debido a las condiciones climáticas del verano en el Mediterráneo, para las que no parecía preparado. Además, la situación sobre el terreno con constantes combates y bombardeos por parte del Ejército israelí han impedido la eficiente distribución de ayuda humanitaria que ha llegado por mar durante estas semanas.

Fuente