No dejan de aparecer en las plataformas de streaming historias de diverso pelaje relacionadas con las sectas. Desde presuntos jesucristos reclutando adolescentes ingenuas para su propia satisfacción sexual, hasta gurús majarashis reclutando adeptas para su propia satisfacción sexual. O sea: hablemos de lo que hablemos, lo de las sectas suele ir de satisfacción sexual.

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