El hecho de que Vox haya roto con el Partido Popular afecta, al menos de momento, sólo a los gobiernos autonómicos. En principio no está previsto que se baje hasta el escalón de la política municipal pero tampoco se puede descartar ningún escenario si las diferencias entre las formaciones de Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo van a más. Este hecho hace que el foco gire ahora hacia los ayuntamientos. En el caso de la provincia de Alicante son seis los consistorios en los que el PP y Vox gobiernan juntos. Se trata de los de Elche, Orihuela, San Vicente del Raspeig, Crevillent, Xàbia y Callosa de Segura. Surgidos tras los resultados que depararon las elecciones que se celebraron el 28 de mayo del año pasado, estos gobiernos no han protagonizado grandes diferencias en el primer curso político del actual mandato, aunque las relaciones no son iguales en todos estos municipios, siendo Elche donde más sintonía han mostrado y Orihuela donde los problemas han sido más numerosos.
En el caso de Elche, el PP suma once concejales y Vox tres, lo que les vale para superar a la izquierda, que se queda en trece ediles, los doce del PSOE y el de Compromís. En Orihuela el PP tiene diez concejales y Vox cuatro, por los once que suman el resto de formaciones con representación. En San Vicente los populares llegan a nueve ediles y cinco los voxistas por los once de la oposición. En cuanto a Crevillent, PP y Vox suman once actas, ocho y tres respectivamente, mientras que la izquierda se queda en diez, con ocho de Compromís y dos del PSOE. En Xàbia PP y Vox gobiernan en un tripartito, con Ciudadanos por Jávea (CpJ) como tercer socio. Los populares tienen ocho concejales, CpJ dos y Vox uno, mientras que el PSOE suma nueve y Compromís uno. Por último, en el caso de Callosa de Segura, populares y ultras gobiernan en minoría con ocho concejales, siete y uno respectivamente, del total de 17.
Dificultades
En el principal ayuntamiento de la provincia en el que el PP y Vox gobiernan juntos, el de Elche, el alcalde, Pablo Ruz, y la portavoz de los ultras, Aurora Rodil, muestran sintonía aunque han tenido que superar unas cuantas dificultades. La que más repercusión levantó fue la que giró en torno al escándalo sexual protagonizado por el edil popular José Navarro, que acabó con su salida del equipo de gobierno. En la rueda de prensa en la que dio a conocer esta marcha Ruz estuvo acompañado por Rodil, mostrando unidad en los momentos más adversos. En inauguraciones y otros actos públicos también ha sido habitual verlos juntos, buscando proyectar sintonía y dejando de puertas para dentro la resolución de las diferencias.
En Elche ha llamado la atención que, a finales de junio, PP y Vox alcanzaran un acuerdo en el pleno sobre migración y delincuencia, reforzado de esta forma una de las principales tesis que defiende el partido de Abascal. Las dos formaciones también han tenido diferencias sobre los cargos de confianza, ya que los ultras han planteado al alcalde que se lleve a cabo un recorte en la plantilla.
El ayuntamiento en el que la relación está siendo más conflictiva es en el de Orihuela. La sintonía entre el alcalde, el popular Pepe Vegara, y el portavoz de Vox, Manuel Mestre, es buena, pero no así la que mantiene el PP con el resto de representantes de los ultras. La mayor polémica que se ha producido en la provincia en este año protagonizada por los gobiernos de populares y voxistas se ocasionó con la supresión de la ayuda de Orihuela al premio de Poesía Miguel Hernández, lo que llevó al propio Vegara a arremeter contra el edil de Cultura, de Vox, Gonzalo Montoya. El revuelo organizado con la eliminación de la subvención, que tuvo alcance nacional, llevó al Ayuntamiento de la Vega Baja a rectificar rápido.
En San Vicente no han trascendido grandes problemas entre el PP y Vox y el pacto entre ambas formaciones goza de estabilidad, más allá de que no coincidan en los temas de carácter social. Sí que es cierto que al último pleno se llevaron dos mociones por el día del Orgullo LGTBI, una presentada por los populares y otra por parte del PSPV y de Compromís. Ninguna de las dos salió adelante por la negativa de Vox y por la falta de acuerdo entre el PP y la izquierda, lo que provocó que desde las filas socialistas se arremetiera contra los de Pachi Pascual al considerar que se ponen de perfil ante los ultras.
Resto de municipios
En Crevillent PP y Vox firmaron un pacto de gobierno que situó a dos mujeres al frente del Ayuntamiento, la popular Lourdes Aznar como alcaldesa y la candidata voxista, Gema Escolano, como primera teniente de alcalde. Una discrepancia que han protagonizado durante este año tuvo como protagonista a las banderas LGTBI que, según los ultras, el PP decidió colocar en las instalaciones deportivas de forma «unilateral».
En Xàbia tampoco se han dado grandes encontronazos entre el PP de Rosa Cardona y Vox. De hecho, el representante de los ultras es un ex de las filas populares, José Marcos, y uno de los grandes defensores de la alcaldesa en los choques que tiene en los plenos con el socialista José Chulvi.
Por último, en Callosa de Segura, donde gobiernan en minoría, el PP introdujo a Vox en la administración local, cediéndoles el área de Igualdad. El mandato en este municipio de la Vega Baja se ha caracterizado por la inestabilidad.
Entre la necesidad en Alicante de contar con los ultras y la tensión que se vive en València
Aunque la ruptura de Vox con el Partido Popular se limita a los pactos autonómicos y salva los locales la situación en los ayuntamientos de las tres capitales de provincia de la Comunidad Valenciana va a ser escruta con lupa en los próximos días. En València y Castellón populares y ultras forman equipo de gobierno. No ocurre lo mismo en Alicante, donde el PP de Luis Barcala gobierna en minoría. Eso sí, tiene la necesidad de llegar a acuerdos con los de Santiago Abascal para sacar adelante sus proyectos. Esto se vio con la aprobación del presupuesto de este año, en el que los populares tuvieron que ceder un paquete de medidas de Vox que incluía una oficina antiokupas, una oficina de apoyo a la maternidad, calificada por los partidos de la izquierda como «antiaborto», y una Zona de Bajas Emisiones rebajada sin restricciones ni imposiciones de multas.
En València se han vivido momento de gran tensión entre el PP de María José Catalá y Vox, cuyo portavoz es Juan Badenas, llegando a producirse acusaciones cruzadas y el abandono del pleno por parte de los ultras. Tras la salida de Vox de los gobiernos autonómicos que compartía con el PP, València se ha quedado como la ciudad más grande en la que cohabitan populares y ultras, ya que en Madrid José Luis Martínez Almeida tiene mayoría absoluta y en Barcelona el Consistorio lo encabeza el PSC.
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