Álvaro Valles está en una posición incómoda. Por un lado, tiene un acuerdo cerrado con el Real Betis Balompié, por otro, la UD Las Palmas, club en el que está contratado hasta 2025, ha pactado un traspaso con el Olympique de Marsella. Por tanto, el jugador quiere una cosa, que es volver a su casa –nació en La Rinconada, en Sevilla, y se formó en las categorías inferiores de la entidad rojiblanca–, y la sociedad isleña otra, que es venderle a quien le paga «más del doble» de lo que pone a día de hoy el equipo al que quiere ir el guardameta titular del cuadro en los dos últimos cursos y medio. Un cacao de desenlace impredecible por las posturas firmes de las partes a estas alturas del verano.
La caja de los truenos la destapó el martes Luis Helguera al revelar en público el estado de una negociación con hasta cuatro partes implicadas, algo del todo inhabitual en el director deportivo de la UD y que no responde a otra cosa que al interés del club en meter presión al portero para que acepte la propuesta que más conviene a la entidad. Suele suceder en todas partes en este tipo de situaciones.
«El Betis ha hecho una oferta y en estos momentos el presidente –Miguel Ángel Ramírez– está en Madrid reunido en el aeropuerto con un club extranjero con una oferta muy importante de más del doble que dan los equipos aquí en España. Entonces, seguramente cerremos esa situación», comentó Helguera durante la presentación de Luis Carrión como nuevo entrenador de la UD.
Esa misma tarde Ramírez regresó a la Isla con un acuerdo cerrado por 10 millones –alrededor de 8 fijos más otros dos en variables– de euros con el club galo, según fuentes de la propia entidad, lo que significaría que sería de casi el triple de lo que ofrece el Betis, que según las mismas fuentes es entre 3,5 y cuatro millones, no más.
El portero decide
Así las cosas, la pelota está ahora en el tejado de Valles, conocedor de la oferta del Olympique de Marsella de Roberto De Zerbi, entrenador que tenía cerrado un acuerdo con la UD Las Palmas en el verano de 2017 y que finalmente no llegó por desavenencias con el club. El italiano, después de dos temporadas fructuosas en el Brighton de la Premier League, considera que el sevillano se adaptaría perfectamente a su estilo de juego gracias a su buen manejo del balón con los pies, virtud que le convirtió en indiscutible para Xavi García Pimienta.
Si bien Valles tiene un acuerdo cerrado con el Betis desde hace meses para su regreso a casa, también es consciente de que el club verdiblanco no subirá su oferta por un portero que podría quedar libre al año siguiente. Tanto es así que se ha guardado las espaldas con el fichaje de Adrián San Miguel, exmeta del Liverpool y que se suma a la nómina en la que están Fran Vieites y Rui Silva, aunque este último apunta a ser traspasado en una operación necesaria para el fair play financiero.
Además, Valles sabe igualmente que el Olympique de Marsella podría ofrecerle un contrato a nivel económico mucho mejor que el que le propone el Betis. En este sentido, el jugador está dispuesto a sentarse con el club francés y exigirle varios millones de euros anuales. De alguna manera, entiende que si está dispuesto a pagar 10 millones por él, también puede pagarle una ficha elevada.
No es sólo el tema económico en cuanto a los que el Betis puede pagar y él puede cobrar del Marsella lo que el portero de la UD pone encima de la mesa, sino también la amenaza de la UD de dejarle en toda una temporada en el banquillo o en la grada si no sale traspasado por una cantidad que convenga a la entidad o si no renueva, algo a lo que se negó ya hace mucho tiempo. Ramírez fue claro.
Por otro lado, el de La Rinconada también pone en valor un proyecto deportivo a medio plazo en el Olympique de Marsella, uno de los dos clubes más históricos de Francia –junto al Perís Saint-Germain– y que se clasificó octavo el pasado curso, por lo que no participará en competiciones europeas la campaña que viene, pero apunta alto con la llegada de De Zerbi.
Ante ese panorama, con todas las cartas encima de la mesa, Valles estaría más encaminado a marcharse al Olympique de Marsella. Cualquier otra cosa es poco viable a estas alturas de la película por mucho que tanto él como su familia prefieran ir a Sevilla.
Cabe recordar que Valles renovó de manera automática su contrato con la UD Las Palmas porque cumplió las dos premisas que tenían que cumplirse: que jugara un mínimo de 20 partidos, algo que hizo sobradamente, y que el equipo lograra la salvación, algo que se complicó en el tramo final por la cáida libre del equipo en los últimos meses de competición.
Así, el vínculo del sevillano termina el 30 de junio del próximo año, lo que significa que, al no querer renovar, tendrá que salir traspasado o quedarse sin jugar por la política del club, que vio como Sergi Cardona se fue sin dejar un sólo euro cuando la UD había cerrado un acuerdo de traspaso con el Olympiacos por 2,5 millones, según reveló Ramírez.
20 ‘kilos’ del Nottingham
A principios de febrero la entidad de Pío XII rechazó una oferta de 20 millones entre fijos y variables del Nottingham Forest para fichar al portero, sin embargo, entendió que no era el momento de dejar huérfana la portería –nadie confió nunca en Aarón Escandell, con quien el sevillano no tenía buen trato– en un momento del curso en el quela permanencia estaba encarrilada por no asegurada.
La UD sabe que esa cantidad es inalcanzable por un jugador que a partir del próximo enero es libre de firmar con cualquiera, sin embargo, tampoco está dispuesta a regalarlo cuando tiene una propuesta mucho mejor que la del club al que quiere ir Valles, que está en una encrucijada.
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