Álvaro Valles está en una posición incómoda. Por un lado, tiene un acuerdo cerrado con el Real Betis Balompié, por otro, la UD Las Palmas, club en el que está contratado hasta 2025, ha pactado un traspaso con el Olympique de Marsella. Por tanto, el jugador quiere una cosa, que es volver a su casa –nació en La Rinconada, en Sevilla, y se formó en las categorías inferiores de la entidad rojiblanca–, y la sociedad isleña otra, que es venderle a quien le paga «más del doble» de lo que pone a día de hoy el equipo al que quiere ir el guardameta titular del cuadro en los dos últimos cursos y medio. Un cacao de desenlace impredecible por las posturas firmes de las partes a estas alturas del verano.

Fuente