Miércoles, 3 de julio, a las 16.45 horas. Una mujer, vecina del barrio de Schamann, se topa con otro morador problemático que reside en la misma calle que ella, a solo unos metros de su vivienda. Entre ambos, se desata una discusión que, conforme pasan los minutos, aumenta en agresividad hasta tal punto que otro vecino trata de mediar y termina apuñalado a solo un par de centímetros del corazón. Este es el relato de una trifulca vecinal en Las Palmas de Gran Canaria que casi le cuesta la vida a un hombre, de 68 años, que intentó separar a los dos involucrados.
La trifulca sucedió el pasado miércoles por la tarde en una calle del barrio de Schamann. Dos vecinos, y excompañeros de trabajo, se cruzaron en la vía pública y debido a las rencillas que acumulan por, al parecer, su pasado laboral en común, iniciaron una acalorada discusión que no hizo más que subir en intensidad. Gritos, empujones, insultos…
Los chillidos llevaron a otro hombre, de 68 años y que paseaba acompañado de su hija, a reparar en la escena. Como la reyerta iba a más, decidió acercarse con buena intención y mediar. Lo que no sabía entonces era que de testigo pasaría a ser víctima.
«Trató de mediar y separarlos», explican fuentes policiales sobre el papel que jugó este vecino en el suceso. Tras un par de minutos en medio, con algún que otro empujón y zarandeo para intentar que parasen y hubiese distancia entre la mujer y el otro hombre, este sacó un cuchillo de hoja corta pero ancha que llevaba entre sus pertenencias y se lo clavó a pocos centímetros del corazón. Después del ataque, huyó del lugar a la carrera y se refugió en su vivienda.
En estado crítico
Otros testigos llamaron de inmediato a la sala 091 de la Policía Nacional solicitando ayuda. Hasta el barrio se desplazaron tanto personal sanitario como unidades de la Policía. Los médicos hallaron al hombre malherido en el suelo; junto a él estaba su hija, que presionaba la herida y lo socorría. Lo estabilizaron y trasladaron al hospital con carácter urgente. La puñalada casi fue mortal, dada la cercanía al corazón. El hombre ingresó en la zona de críticos, pero su vida no corre peligro.
Al tiempo que los sanitarios loa tendían, la hija dijo a los agentes que el agresor –de 54 años y nacionalidad española– era un conocido de la zona, lo describió y comunicó la ubicación exacta de su domicilio.
Allí se lo toparon los policías. «No quiero saber nada de la basura de la Policía. No os voy a decir nada», gritó desde el otro lado de la puerta, según ha podido saber este diario. Mostró «resistencia activa» a la detención, además de gran agresividad. Los agentes lograron ponerle las esposas. Durante el cacheo, localizaron dentro de sus pantalones el arma blanca empleada en la agresión.
En ese momento, el detenido afirmó que él no había apuñalado a la víctima, pero dijo que sí había discutido con la otra vecina, su excompañera de trabajo. Los restos en el cuchillo desmienten su testimonio.
Los agentes lo detuvieron acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. Tras pasar a disposición judicial, ha ingresado en prisión.