Sueca también ha sufrido el colapso de las tuberías de la red de alcantarillado. El ayuntamiento, conjuntamente con la empresa Aigües de Sueca, ha lanzado una campaña informativa para concienciar a los ciudadanos de la necesidad de evitar que esos pañuelos húmedos sean arrojados al inodoro, ya que taponan las conducciones y acaban por provocar graves daños primero al alcantarillado público y después al medio ambiente, ya que muchas de ellas acaban en río o en el mar, donde multiplican sus perniciosos efectos.
El consistorio y la empresa concesionaria del ciclo integral del agua han decidido alertar a los ciudadanos del «grave problema al que se enfrenta Sueca, porque hay que ser conscientes y luchar entre todos contra los daños que provocan esos desechos». La campaña pretende concienciar al vecindario de que las toallitas, incluso aquellas etiquetadas como «desechables o biodegradables, no se descomponen correctamente y provocan obstrucciones severas en el sistema de alcantarillado, causando daños costosos y molestias para todos», según advierte el concejal de Servicios Municipales y de Aigües de Sueca y alcalde en funciones, Joan Carles Vázquez.
«No es el lugar adecuado»
El ayuntamiento pide encarecidamente no desechar las conocidas toallitas en los váteres «ya que no es el lugar apropiado». Esta costumbre lo que provoca son obstrucciones tanto en los motores de bombeo como en las tuberías «con el consiguiente problema que se ocasiona por ello». Es necesario, según el propio consistorio, que «seamos plenamente conscientemente del cuidado de nuestro entorno y evitemos así problemas mayores».
Respecto a la publicidad engañosa de aquellas toallitas calificadas como biodegradable, hay que tener en cuenta que se degradan en un periodo aproximado de unos 50 años provocando durante todo ese tiempo graves problemas en especial cuando se obstruyen las tuberías del desagüe. A pesar de que algunos elementos de las toallitas pueden empezar a degradarse rápidamente lo cierto es que entre ellas van creando una especie de nuevo tejido que obstruye las tuberías y el alcantarillado.
Muchas veces el problema no es visible hasta que se producen fuertes lluvias y se evidencia la obstrucción de tuberías y bombas de presión, un bloqueo que genera importantes consecuencias al no permitir el desagüe de las precipitaciones.
En ríos y playas
Los primeros taponamientos provocados por residuos higiénicos se producen en las tuberías de los hogares. La red de alcantarillado de los municipios también se ve afectada por la acumulación de estos productos y de la basura arrastrada por la lluvia. Cuando se producen precipitaciones muy abundantes, las obstrucciones generadas pueden provocar que la red de alcantarillado se sature y se produzcan inundaciones. Las toallitas son un problema medioambiental grave. Se siguen tirando al váter, no hay forma de que se degraden y obstruyen las alcantarillas. Muchas de ellas acaban en el río y aparecen en las playas.