«Es incomprensible lo que ha hecho Santiago Abascal, pero al PP le viene muy bien», afirma un asesor del PP con hilo directo con Alberto Nuñez Feijóo. La decisión de Vox de salir de los cinco gobiernos autonómicos que comparte con el PP (Castilla y León, Murcia, Extremadura, Comunidad Valenciana y Aragón) para pasar a la oposición ha supuesto un terremoto político apenas un año después de que se hubieran formado esos ejecutivos, pero ha sido recibido con optimismo en la sede nacional de los populares. «Y encima la prensa de izquierdas es la que aplaude esta decisión… Peor aún [para Abascal]», subraya ese asesor.
La alianza del PP con la ultraderecha en los gobiernos autonómicos supuso «un palo en la rueda para Feijóo» en su camino hacia la Moncloa, en el verano de 2023, y ahora Abascal se lo ha quitado, ilustra un senador que, como la mayoría de los dirigentes de la formación popular, no entiende las verdaderas razones de esta decisión de Vox. «Abascal y los suyos quedan como unos racistas«, afirma un vicesecretario. «Esto centra de golpe a Feijóo después de la campaña que le ha hecho Pedro Sánchez durante años colocándole al mismo nivel que la ultraderecha», destaca un alto cargo del PP. El detonante de la ruptura ha sido, supuestamente, la aceptación del PP de acoger a menores inmigrantes en las comunidades que gobiernan para ayudar a Canarias ante la presión que sufre desde hace meses. En el partido conservador, sn embargo, tanto en la dirección de Madrid como en los territorios afectados (también en Baleares pasan a la oposición parlamentaria, aunque no estaban en el Gobierno), no se explican por qué llega ese divorcio en estos momentos, cuando todavía faltan casi tres años para las próximas elecciones autonómicas, salvo en Castilla y León, donde se deben celebrar como tarde en febrero de 2026.
La inmigración es una bandera para la fuerza de ultraderecha, pero una decisión de este calado llega en pleno mes de julio, con medio país de vacaciones y otro medio pendiente de la Eurocopa y deseando que empiecen los Juegos Olímpicos en París. Feijóo analizará este seísmo político en persona este viernes ante los medios de comunicación, anunciaron fuentes de su equipo.
Alvise y el caso de Madrid
Altos cargos de los gobiernos de Extremadura y Comunidad Valenciana creen que «el miedo a Alvise [Pérez]» está detrás de este movimiento sorpresivo de Abascal, aunque tampoco entienden la razón de hacerlo en este preciso momento. Alvise dañó el crecimiento que Vox esperaba en las elecciones europeas de junio y sacó tres escaños y 800.000 votos.
El optimismo era mayor este jueves por la noche en la dirección nacional del PP que en los territorios afectados, que tendrán que encajar la minoría parlamentaria y sacar leyes y Presupuestos sin el respaldo que tenían hasta ahora de la ultraderecha. No obstante, había quien recordaba que Rocío Monasterio también se negó a apoyar las Cuentas de Isabel Díaz Ayuso en Madrid en 2022 y, finalmente, la presidenta sacó mayoría absoluta y no necesitó más a la dirigente de Vox en la Asamblea.
Implicación directa del líder popular
Abascal anunció el órdago el lunes, 48 horas antes de que los gobiernos autonómicos decidieran participar en el reparto de 347 menores inmigrantes, una distribución que estaba pendiente y que ha sido considerada como un «parche» por el Ejecutivo central, porque el archipiélago canario tiene necesidad de que el resto de España le ayude a reubicar a 3.000 más. Feijóo se aseguró el voto a favor del reparto con llamadas a sus territorios el mismo miércoles. Una división en esa reunión habría sido vista como una falta de autoridad del líder del PP y habría parecido que los populares estaban cediendo a la amenaza de Vox.