Llamada apurada al doctor Rafael Pérez Trullás -le acaban de avisar de que tiene un aviso en domicilio- para hablar de la que se avecina este verano por la falta de médicos en los centros de salud. En toda España, pero con especial presión en zonas de afluencia turística como la suya, en la Playa de San Juan (Alicante), o en las pequeñas poblaciones rurales del interior que en estas semanas triplican su población. «Es mucho estrés. Rezamos todos los días para que ninguno de nosotros se ponga malo«, señala el médico del centro de salud Cabo Huertas.
Pérez es uno de los delegados en Alicante del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESMCV). Está en su centro de salud actual, que cuenta con una treintena de profesionales, desde 2016. Lleva 25 años como médico de familia. Si su hija pequeña hiciera Medicina, dice, le aconsejaría marcharse de España. Sin dudarlo. Como recomienda a sus residentes. Por la precariedad, por la inestabilidad, por los salarios, relata, de los profesionales en nuestro país.
Centros saturados
En la Playa de San Juan, en verano, la población se multiplica por diez entre alicantinos y veraneantes que llegan a la zona. Hasta 300.000 personas. «Todo va a estar saturado sí o sí. Mi compañera de tarde, es decir, mi espejo, la semana pasada estaba con covid, y tenía que pasar consulta y yo estuve con una bronquitis y pasando consulta porque no podemos irnos de baja. A veces se da la paradoja de que atiendes a alguien que te pide la baja y está mejor que tú», explica el médico.
«Viene la gente de vacaciones, los nuestros se van de vacaciones también y no hay sustitutos», describe el médico
El especialista se congratula de que la afluencia masiva todavía no ha llegado a su zona y hay compañeros que están peor -apunta, por ejemplo, a Torrevieja– pero en cuestión de días el centro de salud, augura, estará saturado… «Viene la gente de vacaciones, los nuestros se van de vacaciones también y no hay sustitutos, con lo cual te lo tienes que comer tú. Porque no hay médicos. Porque nos están tratando fatal. Y esto se desborda siempre. Se vive con mucho estrés y mal«, asegura. Una situación de tensión que se reproduce en otras tantas poblaciones españolas que en estos meses se ven desbordadas de visitantes.
Cierre de agendas
Advierte que eso provoca demoras en la atención, aunque «la dirección dice que no, porque se cierran las consultas y se cierran las agendas». Habla de «mañanas calientes», con más de 45 pacientes. Muchos, son desplazados. Veraneantes que acuden desde otras comunidades autónomas. Pese a ello, se precia de que en atención primaria consiguen mantener unos tiempos de espera razonables para una cita. Y que esas demoras, en la hospitalaria, son mucho mayores, sobre todo si se trata de acudir a un especialista.
Cada verano, señala Pérez Trullás, la situación se complica más. Este en particular, con los MIR de 4º año que terminan su residencia en septiembre, recuerda. «Tampoco tenemos esa baza y están echando mano de personal que no tiene la titulación adecuada y algunos, formaciones muy deficientes. Hay que mejorar las condiciones de los médicos para evitar la fuga de profesionales y que sea una especialidad atractiva. Porque cada vez vamos a peor. Somos el cajón de sastre«, se queja el facultativo.
Colapso en verano
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denunciaba este miércoles que las comunidades autónomas han comenzado a cerrar centros de salud y unidades hospitalarias por la falta de personal sanitario y la ausencia, en muchos casos, de planes de contingencia para reforzar plantillas por la llegada del periodo estival.
España, con casi un 70% menos de enfermeras que Noruega o Austria y la mitad de Alemania o Países Bajos, afronta un verano con «una sobrecarga asistencial enorme»
«Este año se están además agravando los problemas para contratar a personal de Enfermería, lo que también está incidiendo en el cierre de camas», apunta este sindicato. España, con casi un 70% menos de enfermeras que Noruega o Austria y la mitad de Alemania o Países Bajos, afronta un verano con «una sobrecarga asistencial enorme», ha asegurado el Consejo General de Enfermería.
CSIF asegura que las comunidades tienen que retrasar pruebas y cirugías no urgentes, cambiar turnos y a trasladar a médicos de centros de salud a zonas costeras
CSIF insiste, con las plantillas «bajo mínimos», las comunidades autónomas tienen que cerrar camas hospitalarias, retrasar pruebas y cirugías no urgentes, unificar unidades, cambiar turnos y a trasladar a médicos de centros de salud a zonas costeras para cubrir consultas por las tardes. Si se habla de ejemplos, dice que, precisamente en la Comunidad Valenciana, la atención está bajo mínimos en la zona litoral debido a la escasez de facultativos.
Zonas de difícil cobertura
Pero los problemas no solo se dan en las zonas de la costa. En la Comunidad de Madrid se «están incumpliendo los planes de contingencia, que de por sí ya eran muy restrictivos». En zonas rurales, como puede ser Robledo de Chavela, Guadarrama o San Martín de Valdeiglesias, lugares donde la población aumenta de manera exponencial, así como en los centros de difícil cobertura donde no se ha reforzado al personal sanitario, existen «serias dificultades para cubrir las vacaciones de los profesionales y faltan médicos de familia, matronas y enfermeras«.
Otro ejemplo que menciona CSIF. En Galicia, la comunidad autónoma propuso a los sindicatos la posibilidad de contratar MIR de último año, pero no se concretó la propuesta en mesa sectorial. Hay provincias, como la de Lugo, donde han cerrado todos los consultorios rurales y en el resto de provincias, de ámbito rural, también se han producido cierres totales en algunos casos o acumulación de la actividad para las mañanas. En la zona costera no se están sustituyendo las bajas, especialmente en Pediatría.
La España vaciada
En Aragón, prosiguen, hay pueblos de Teruel y de la zona de Monegros que ya han visto reducida la atención, porque no hay médicos suficientes para cubrir las vacaciones y no encuentran personal para contratar. En Zaragoza ciudad, se van a cerrar algunos centros de especialidades por las tardes.
En Andalucía, añade el sindicato, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha propuesto que los médicos residentes que están acabando su formación cubran vacantes en los puestos de difícil cobertura que quedan sin cubrir como consecuencia de las vacaciones de verano en los centros de salud y hospitales. «Se trata de una medida in extremis a la que no se hubiera tenido que llegar si hubiera habido una adecuada gestión y la planificación suficiente«, apuntan.
En Castilla y León, el número de contrataciones en verano es insuficiente, tanto en el apartado hospitalario como en Atención Primaria, por lo que se fuerza a los profesionales «a cubrirse entre sí teniendo que acumular consultas». En el caso de los médicos de familia, ni siquiera la plantilla orgánica está cubierta por completo en numerosas zonas básicas, menos aún las coberturas de permisos, zanja el sindicato.