Un proyecto australiano busca proteger los antiguos linajes de árboles que han sobrevivido desde el momento previo a que los continentes de la Tierra se separaran: las variedades que descienden de los árboles que predominaron en Gondwana se han preservado mediante un «banco de semillas vivas». Esto permitirá proteger los últimos fragmentos de selva tropical en Australia del cambio climático, la intervención humana y los incendios forestales y desarrollar nuevas áreas selváticas a partir de ellos.
En el marco del proyecto Science Saving Rainforests, dirigido por la organización australiana sin fines de lucro Big Scrub Rainforest Conservancy, un equipo de científicos ha seleccionado 60 especies de árboles y plantas, incluyendo distintas variedades que han sobrevivido desde la época en la que el supercontinente Gondwana dominaba la Tierra, para preservarlas mediante un banco de semillas. La iniciativa permitirá crear nuevas zonas selváticas en el futuro, a partir del material genético resguardado.
Salvando la biodiversidad de la selva tropical australiana
La exuberante selva tropical australiana llegó a ocupar 75.000 hectáreas en el este de ese país oceánico. Sin embargo, a lo largo de los siglos se vio reducida por la invasión humana, los incendios forestales y el cambio climático, ocupando actualmente solo el 1% de su extensión original. Ahora, el aumento de las temperaturas y la sequía amenazan aún con más fuerza los fragmentos de selva que han logrado sobrevivir.
Según un artículo publicado en Live Science, las zonas más pequeñas que han logrado mantenerse en pie contienen menos árboles y una diversidad reducida, lo que vuelve a las especies fuertemente vulnerables al calentamiento global y otras amenazas. En particular, las especies descendientes de Gondwana, como el carabeen rojo (Karrabina benthamiana) y el carabeen amarillo (Sloanea Woollsii), que forman parte de linajes con más de 50 millones de años de antigüedad, afrontan un riesgo mayor de extinción.
Estos enormes árboles son sobrevivientes de una época en la que Australia todavía estaba unida a la Antártida, antes de que Gondwana se separara por completo. Vale recordar que Gondwana fue un gran bloque continental meridional que existió desde hace unos 550 millones de años, y que comenzó a dividirse durante el Jurásico, hace unos 180 millones de años. Los ejemplares prehistóricos pueden crecer hasta 35 y 50 metros de altura: son considerados los principales constructores de la estructura del bosque, por lo tanto su desaparición pone en riesgo a la totalidad del ambiente selvático.
Buscando las variedades más resistentes
De acuerdo a un artículo publicado en 2020 en Vice.com, más del 80 por ciento del Área del Patrimonio Mundial de la Selva Tropical de Gondwana se encuentra dentro de Nueva Gales del Sur, el estado del este de Australia que ha sido más afectado por los devastadores incendios forestales que han aquejado a esa región del planeta en los últimos años. Esto ha motivado a los científicos a crear un “banco de semillas vivas”, que permitirá resguardar estas especies y facilitar su desarrollo en el futuro.
Los especialistas han recopilado ADN de muestras de hojas y otros fragmentos de árboles y plantas en su área de distribución geográfica, para construir el genoma de cada especie. El trabajo les permitió obtener una medida de cuánta diversidad tiene una especie dentro de su genoma, y qué parte de esa diversidad está estructurada en relación con la variación climática. Esto revelará la genética de las especies de la selva tropical que pueden prosperar en ambientes más cálidos y secos, que se asemejan más a las condiciones climáticas futuras en esa zona del planeta.
Las especies y variedades con mayor poder de resiliencia se están propagando actualmente y se cultivarán en una plantación de investigación de 15 hectáreas en Nueva Gales del Sur, denominada precisamente «banco de semillas vivas». En unos cinco años, los árboles en crecimiento estarán listos para ser plantados en los fragmentos de selva tropical que hayan sobrevivido.