Cada verano lo especialistas en dermatología insiste en lo importante que es proteger la piel del sol, e inciden una y otra vez en el uso de cremas con factores de protección muy altos. Teniendo en cuenta que el cuidado de la piel también se puede realizar desde el interior, desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF) explican como tomar ciertos alimentos o complementos alimenticios, y tener una buena hidratación van a ser también esenciales para proteger nuestra piel del sol durante el verano.
Alimentación y fotoprotección oral
Desde la Vocalía Nacional de Alimentación del CGCOF señalan que existen determinados nutrientes que pueden jugar un papel importante a la hora de preparar y proteger la piel frente al sol desde el interior. Entre estos nutrientes los expertos en farmacia señalan los más importantes:
Los carotenoides, como el betacaroteno, el licopeno o la luteína, presentes en alimentos como las zanahorias, la calabaza, mandarinas, naranjas, la rúcula, las espinacas, el brócoli o el pimiento rojo. Estos nutrientes ayudan a la formación de la vitamina A y previenen el daño oxidativo que produce la radiación solar. Además, consumir este tipo de alimentos ayuda a conseguir un bronceado uniforme.
Los polifenoles. Estas sustancias químicas que contienen algunos alimentos tienen “propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”, explican los farmacéuticos. Hay muchos alimentos que los contienen como los frutos del bosque; verduras como las espinacas el brócoli o los pimientos; condimentos como la albahaca, el perejil o el cilantro; y, por supuesto, el aceite de oliva virgen.
Vitamina E. Su consumo es importante por su importante “acción antioxidante, protege frente a los radicales libres producidos por acción de la radiación ultravioleta”. El aporte necesario se puede obtener de productos como el aceite de oliva, el de girasol, las pipas, los cacahuetes, el aguacate, los espárragos verdes, las judías blancas, el maíz o el trigo
Vitamina C. Presente en cítricos como la naranja o el pomelo, además de en frutas de verano como la nectarina o la paraguaya, ayuda a la producción de colágeno y, además, “potencia los efectos de la vitamina E”, señalan desde el CGCOF.
Ácidos grasos omega-3. Probablemente los nutrientes con más fama, se les atribuyen beneficios como la reducción de la inflamación y la mejora de la función barrera de la piel. Se pueden encontrar en grandes cantidades en los pescados azules.
Todos estos elementos se suelen incluir también en las cápsulas destinadas a la protección solar oral. Eso si, desde el CGCOF advierten de que, en ningún caso, la toma de estos fotoprotectores orales sustituye a las cremas de protección solar, sino que “son un complemento que permite alcanzar una protección frente al sol más profunda e integral”.
La importancia de la hidratación
Además de la protección solar y pero también relacionado con el calor y el cuidado de la piel, desde la Vocalía Nacional de Alimentación del CGCOF recuerdan la importancia de mantenerse hidratado. Para ello, recomiendan beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día. Este aporte de líquidos se debe complementar consumiendo algunas de las frutas y verduras más típicas y refrescantes del verano, como el melón, la sandía, los pepinos o los tomates.
Para mejorar la hidratación corporal, los especialistas en farmacia también recuerdan que se deben evitar aquellas bebidas con alcohol o con cafeína que lo único que van a conseguir es que se aumente la eliminación de agua corporal a través de la orina y del aumento de la sudoración.