Antonio Pelayo, asesor del partido independiente UCIN que cobra desde hace cuatro meses un sueldo del Ayuntamiento de Alzira pese a que se le ve poco por la casa consistorial, ha cambiado de hábitos. Desde que trascendió que percibe dos salarios por dos empleos que compartían el mismo horario laboral y después de que el PP haya amenazado con trasladar el caso a la Inspección Laboral, a la Fiscalía y a la Agencia Antifraude, ha variado su conducta. A lo largo de esta semana se le ha visto a las ocho de la mañana en el ayuntamiento, donde ficha al llegar, y antes de las nueve abandona las dependencias municipales para marcharse a la nave en la que tiene asignado su trabajo privado.
Los asesores de los seis partidos políticos que obtuvieron representantes en las últimas elecciones locales nunca han fichado cuando entraban o salían del palacio renacentista que aloja el ayuntamiento. No era costumbre. Tienen asignadas múltiples tareas políticas y administrativas y su dedicación se alarga más allá del horario administrativo. Acompañan a sus jefes de filas a reuniones que tienen lugar dentro y fuera del consistorio y, a veces, también asumen labores propias de los jefes de prensa.
Un viejo conocido
Nadie, desde hace décadas, había puesto en duda la dedicación y la entrega de esos cargos de confianza hasta que UCIN propuso a Antonio Pelayo para ocupar uno de esos puestos de trabajo. Se trata de un viejo conocido de la política alzireña. El expresidente local del PP, José Andrés Hernández, le escogió para que fuera su mano derecha. Les unen lazos familiares, era de su máxima confianza y le nombró secretario general de la agrupación, cargo en el que se mantuvo hasta que estalló la crisis interna en el PP a cuenta de la designación del nuevo cartel electoral.
La elección de José Luis Palacios como alcaldable dio al traste con las aspiraciones de Hernández y Pelayo. El primero sigue como militante del PP, pero Pelayo saltó, junto a otros militantes, a UCIN. El ayuntamiento estudia en este momento la legalidad de su pluriempleo, ya que no solicitó que ambos trabajos fueran compatibles. Ahora, sin embargo, ficha antes de irse.