Enagás, el gestor del sistema gasista español y de la red de grandes gasoductos, centra su nueva estrategia de futuro en abrazarse a la revolución del hidrógeno verde. La compañía ha volcado su hoja de ruta para los próximos años en alinearse con los objetivos estratégicos marcados por la UE para garantizar su seguridad de suministro energético y para acelerar la transición energética y la descarbonización. Y por eso el grupo ya había anticipado su intención de centrar a medio y largo plazo su actividad en Europa y en España, y se abría a desinversiones en sus actuales negocios en Estados Unidos y en Latinoamérica. La primera gran operación en este sentido ha llegado.
Enagás ha alcanzado un acuerdo con el coloso de los fondos de inversión Blackstone para vender su participación accionarial del 30,2% en la compañía Tallgrass Energy -hasta ahora el puntal de toda su actividad en Estados Unidos- por un importe de 1.100 millones de dólares (unos 1.018 millones de euros). La operación generará una minusvalía contable en las cuentas de Enagás de este año de unos 360 millones de euros, pero le permitirá hacer caja para afrontar con solidez en ciclo de inversiones milmillonarias que pretende ejecutar en el nuevo negocio del hidrógeno verde.
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