El martes en torno a las 15:00 horas de la tarde Nacho Cano acudía a una comisaría de Policía del distrito Centro de Madrid, para prestar declaración voluntaria tras ser invitado a hacerlo por parte de las autoridades. Al poco de llegar fue detenido.

Los agentes le comunicaron su detención por presuntos delitos de contratación de inmigrantes en situación irregular, así como de favorecimiento de la inmigración irregular. Sin embargo, pocas horas después quedó en libertad y organizó una rueda de prensa que generó bastante expectación y mucha polémica. Esta mañana daba más explicaciones en una entrevista concedida a Susanna Griso en Espejo Público.

Graves palabras

Nacho Cano se habría tomado muy al pie de la letra la frase hecha que afirma que ‘la mejor defensa es un buen ataque’. Sin ningún tipo de tapujos, el que fuera miembro del mítico grupo musical Mecano, lanzaba unas serias acusaciones: «El criminal no soy yo, es la Policía».

Tras esa contundente afirmación Nacho Cano continuaba con sus explicaciones y argumentaba que existiría una trama orquestada en su contra. Esta supuesta conspiración incluiría al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y buscaría según él, distraer la atención de otras investigaciones y tramas mediáticas que salpicarían a miembros del Gobierno y personas cercanas. Además relacionaba su detención y el proceso legal contra él, con su amistad con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

El sindicato de la Policía Nacional, JUPOL, publicaba un comunicado para defender «la honorabilidad e integridad de sus miembros». También calificaban de «inaceptables» las afirmaciones del productor.

«No se puede utilizar a una institución de todos los españoles a través de filtraciones interesadas» sentenciaban.

Credibilidad en entredicho

Además de las acusaciones ya mencionadas, Nacho Cano atribuía prácticas irregulares a algunos de los agentes, así como «métodos coactivos» contra sus trabajadores. 19 de esos trabajadores y estudiantes también acudieron a declarar y después posaban junto al músico en la rueda de prensa, le apoyaban y defendían.

«En Venezuela Nacho Cano no podría haber convocado una rueda de prensa»

No se quedaba ahí el antiguo integrante de Mecano. Comparaba las prácticas de las autoridades así como de los motivos de la investigación, de la que él es objeto, con la situación en Venezuela y la Stassi, órgano de inteligencia de la extinta ‘Alemania Oriental’, que fue el aparato parapolicial y represivo del régimen comunista de la República Democrática Alemana.

El periodista de Espejo Público, Rubén Amón, se mostraba muy crítico con las comparaciones que realizaba Nacho Cano: «Esta banalización de Venezuela y de la Stassi, restan toda credibilidad a las dudas que él haya podido tener sobre la intervención policial y sus excesos».

«La tapadera de Ayuso, es grotesca»

Amón se mostraba muy contundente ante las barbaridades que habría dicho Nacho Cano, y sentenciaba: «Si hubiera sido expuesto a los métodos de la Stassi, desde luego ni estaría hablando, ni habría salido del calabozo, y hubiera estado torturado. Es una frivolidad».

Sobre la aparente victimización a la que parecía acogerse el músico, que afirmaba que todo le pasaba por su relación con Díaz Ayuso, Rubén Amón se refería a sus explicaciones como «un delirio argumental».

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