Los partidos de la oposición califican de «año perdido» y «decepcionante» el aniversario de Llorenç Galmés al frente del Consell de Mallorca. La portavoz del PSIB-PSOE en la institución, Catalina Cladera, hizo balance del primer año del líder popular, recalcando que durante este periodo «no ha solucionado los principales problemas de los mallorquines». En este sentido, la socialista fue muy crítica con la situación de los atascos en las carreteras, destacando que las medidas de Galmés «han agravado la situación» con el aumento de velocidad en la Vía de Cintura y la cuestión del carril Bus-Vao.
Asimismo, Cladera cargó contra «el cambio de discurso» en el apartado turístico. «No es real porque el decrecimiento que han anunciado son plazas turísticas que no estaban siendo ocupadas. Galmés también quiere promover el alquiler vacacional en la Serra de Tramuntana cuando lo que necesita esta zona es establecer límites. Hay una diferencia entre lo que dice y hace», recalcó la líder del PSOE en el Consell. Por otro lado, volvió a reclamar a Galmés «que rompa con la extrema derecha por todos los retrocesos generados», ofreciendo tres grandes pactos en materia de medioambiente, turismo y movilidad.
Relacionado con esta cuestión, Cladera celebró los resultados electorales en Francia «con el impulso de la resistencia de la izquierda a la oleada de la ultraderecha en Europa», algo que «contrasta con los gobiernos insulares y municipales en Mallorca.
Por su parte, el portavoz de Més per Mallorca en el Consell, Jaume Alzamora, calificó como «decepcionante» el primer año de Galmés al frente del Consell. Así se pronunció el ecosoberanista, quien consideró que el ‘popular’ se trata de un presidente «que se ha instalado en una mentira constante». Además, consideró que «está siendo un año desmoralizador» por las acciones del Consell. Al respecto, indicó que para la reducción del techo de número de plazas turísticas en la isla anunciado el pasado mes de mayo «no han hecho nada ni han iniciado el procedimiento». Por otra parte, criticó que las intenciones de «contención al turismo» se han visto empañadas por iniciativas como los permisos para construir en rústico o la previsión de alquiler turístico en suelo protegido, junto a la adhesión al decreto de simplificación administrativa del Govern.
Según Alzamora, la legalización de viviendas en rústico supondrá que estén «a disponibilidad de la especulación y del mercado inmobiliario». «Nos está diciendo mentiras continuamente, y eso en un presidente del Consell de Mallorca no es de recibo», puntualizó.
Por su parte, desde El Pi destacaron que la puesta en marcha de diversas iniciativas durante el primer año de gobierno de Galmés han sido acertadas y otras no. En esta línea, los regionalistas lamentaron «una gran contradicción», al considerar que el presidente insular llegó al Consell con un grito de libertad económica y de no poner límites, un discurso que para El Pi se contradice con querer liderar la lucha contra la sobrepoblación de la isla. «Se ha creado un grupo de expertos y agentes sociales que tendrán que decir qué islas queremos. Por eso se debe regular, y siempre se deben poner límites», afirmaron desde El Pi.
En el caso de la portavoz del PP en el Consell, Nuria Riera, defendió la gestión de Galmés, en un año en el que «se ha podido ver dos formas claras de hacer política: la de dar soluciones o la de las críticas sin ofrecer alternativa». Riera argumentó que el equipo del gobierno insular, en su primer año de mandato, ha cumplido más del 60% del acuerdo con sus votantes, y mencionó decisiones como ampliar el Servicio de Atención Integral a Domicilio, duplicar las ayudas para los municipios y encargar un estudio de carga de las carreteras.