Solo tenían una hora para resumir el homenaje póstumo al compañero, al amigo y al gran músico Ángel Molina. Jazzpacho y Al Raso, dos de las bandas que fundó Molina desenfundaron esta noche sus instrumentos y voces para recordar al maestro de la mejor manera posible, con la música que él mismo compuso o la que arregló para que sus alumnos de la Escuela del Gato la subieran a los escenarios.

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