El grupo del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza ha responsabilizado a la alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, de haber retrasado «todo lo posible» la aprobación de la ordenanza que regirá la gestión de la zonificación urbana afectada así como los plazos de implantación.
Así lo ha asegurado en rueda de prensa el concejal socialista José María Giral, quien ha lamentado el incumplimiento del plazo establecido en la Ley de Cambio Climático y de Transición Energética por parte del Gobierno municipal en cuanto para la aprobación de la referida ordenanza el pasado mes de junio.
Una ordenanza, ha comentado, que previsiblemente se aprobará a finales de este mes con los votos particulares del grupo socialista en relación tanto a la zonificación propuesta en el documento como respecto a las cuatro fases de aplicación.
Tras señalar que los votos particulares del PSOE se dirigen a que la capital aragonesa sea una ciudad ‘climáticamente neutra’ en 2030, ha destacado que el perímetro establecido por el Gobierno de Chueca se circunscribe en una primera fase, a las calles peatonales y de plataforma única, un diseño al que se ha referido como «casi de juguete«, y llegar a la zona histórica en 2030.
El edil socialista ha explicado que su grupo plantea que se amplíe la zona histórica por sus dos costados: una por la calle Mayoral en dirección a María Agustín y la Plaza de Europa, y otra desde la calle San Vicente de Paúl hacia la calle Asalto y El Coso, pero también en el barrio del Rabal, en la margen izquierda del Ebro.
Respecto a las cuatro fases propuestas por el equipo de gobierno para la implantación total de la zona de bajas emisiones a partir de 2026, Giral ha comentado que su grupo propone reducirla a dos y comenzar su aplicación en 2025.
Ha resaltado que la segunda fase propuesta por su grupo, la que afecta a la zona histórica de la ciudad, comenzaría a desarrollarse en 2028 con el fin de conseguir los objetivos últimos en el horizonte de 2030, año, ha añadido, en el que el gobierno de Chueca prevé comenzar a actuar sobre esta parte del casco urbano.
Se trata, ha apostillado, de impulsar «de forma decidida» la zona de baja de emisiones, a fin de mejorar en el menor plazo de tiempo posible la calidad del aire en la ciudad y minimizar los efectos de la contaminación sobre la salud de la población.