Luis de la Fuente tiene un principio que define su estilo de liderazgo en esta selección. “Lo primero es la persona, muy por encima del futbolista o del deportista”. Y esa ‘buenismo’ se traduce en la decisión más transversal en este equipo, la elección de su capitán. Álvaro Morata no es un capitán al uso, uno de esos a la antigua usanza que intimida. Álvaro se ha ganado a los compañeros por su dedicación, su sensibilidad y su generosidad con todos. Está pendiente de que todos estén bien, que a nadie le falte de nada. Y ese trato con los compañeros y esa predisposición hacen que para el seleccionador, “sea el capitán perfecto”.

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