un gol económico para los países anfitriones, ¿es rentable?

El Mundial 2030, como posible factor de impulso del Nou Mestalla, cuya construcción Peter Lim incumple desde 2019, se ha convertido en foco de controversia en el entorno del valencianismo. En el recuerdo de muchos persiste todavía el lastre económico que supuso para el Valencia CF la remodelación del estadio, entonces Luis Casanova, para ser la sede de la selección española en los primeros tres partidos de la Copa del Mundo de 1982. Entre los partidarios de que Mestalla acoja de nuevo dos o tres duelos de un Mundial suele resaltarse el impacto positivo que generaría para la hostelería y el turismo. No obstante, los datos sobre los resultados económicos directos para los países organizadores indican que el negocio de los Mundiales de fútbol es, casi siempre, ruinoso.

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