Tres individuos de origen turco de entre 22 y 34 años de edad fueron ayer detenidos en un operativo desplegado por la Policía Nacional en Vigo en una vivienda dedicada al alquiler vacacional tras recibirse la alerta del presunto secuestro en dicha casa de otro hombre, este último al parecer de nacionalidad holandesa. Agentes de la unidad de élite de los GOES se trasladaron a la ciudad olívica para participar en el dispositivo después de que el Juzgado de Instrucción número 7, en funciones de guardia, autorizase la entrada en la vivienda, ubicada en Teis. El mutismo oficial era ayer absoluto en torno esta operación policial y a la investigación iniciada para esclarecer las circunstancias del extraño suceso, pero, según pudo saber este periódico, habría sido la propia víctima quien avisó a través de su teléfono móvil de que estaba retenido, concretamente mediante mensajes de audio y/o vídeo que le habría remitido a una mujer con la que mantiene o mantuvo una relación sentimental. Una de las hipótesis que se manejan es que lo ocurrido, que ahora se trata de aclarar, tenga relación con el tráfico de drogas.
Cerca de la avenida de Galicia
La operación policial para liberar a la supuesta víctima, que ya sería una persona conocida en medios policiales, se desarrolló en la mañana de ayer. La vivienda en la que estaban todos ellos es una casa de tipo unifamiliar ubicada en Teis, casi en el límite con Chapela (Redondela), en camiño Buiña, al lado de la Vía Verde y cerca de la avenida de Galicia y la autopista. Es una vivienda que se alquila en épocas vacacionales –está anunciada en internet para arrendamiento turístico– y que, según cuentan en la zona, estaba ocupada desde hacía escasos días por “varios hombres aparentemente extranjeros”.
Mensajes y vídeos por WhatsApp
Fue concretamente la noche del jueves para el viernes cuando el holandés que estaba supuestamente retenido en este inmueble remitió por WhatsApp mensajes y vídeos a su pareja o expareja relatándole que estaba secuestrado por varios individuos, que éstos tenían armas y que además le exigían el pago de una cantidad de dinero.
Se desconoce si fue esta mujer la que avisó a los cuerpos y fuerzas de seguridad, pero, en todo caso, una vez se tuvo noticia de estos hechos y tras realizar las primeras diligencias, la Policía Nacional empezó a preparar el operativo para irrumpir en la vivienda, algo que se produjo hacia las doce del mediodía de ayer y para lo que se contó con los GOES, si bien la actuación policial se habría desarrollado de forma discreta. De hecho, el dispositivo no llamó demasiado la atención entre los vecinos de esa tranquila zona de casas unifamiliares.
Policía Judicial, Policía Científica y comisión judicial
Los tres detenidos, todos de origen turco, no habrían puesto resistencia una vez los policías entraron en la vivienda y procedieron a su arresto. Hasta el punto se trasladaron también agentes de la Policía Judicial y la Policía Científica de la comisaría viguesa, las abogadas de oficio que asistieron a los arrestados y la letrada de la Administración de Justicia del juzgado de guardia, que fue el que autorizó la entrada y registro en la casa, de amplias dimensiones tanto en su interior como en la finca exterior. Tiene dos plantas y un gran sótano . Todos permanecieron allí hasta las 14.45 horas, que fue cuando se retiraron los policías y la comisión judicial. Los detenidos fueron conducidos a un furgón policial que los trasladó hasta comisaría.
Nada trascendió sobre el estado de la supuesta víctima. Consultadas fuentes oficiales de la comisaría de Vigo y del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), en ambos casos el mutismo fue absoluto. La investigación aún está en estado prematuro y según otras fuentes es necesario aclarar bien todo lo ocurrido y las causas.
Vecinos: «Había movimiento desde hacía unos días»
Dado que no había demasiados agentes uniformados y que la casa cuenta con un cierre exterior, el operativo no llamó demasiado la atención en la zona. “Es una vivienda que solo alquilan en verano. Estos días había movimiento, había un par de jóvenes y parecían extranjeros”, afirman. Los vecinos consultados no vieron ni escucharon nada raro. “A uno lo vi ayer [por el jueves] hablando por teléfono en el balcón, pero no hubo nada que me llamase la atención”, cuenta un residente.
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