Ni un lamento ni una preocupación ni un complejo. El pragmatismo por encima de todo. Resultados. «Sólo hemos marcado un gol, pero estamos en semifinales y soy muy feliz», dijo Kylian Mbappé, utilizando el singular y el plural para expresar la plenitud que sentía Francia tras haber eliminado a Portugal.
Poco importa en las filas francesas, de puertas hacia afuera, que el juego desplegado sea mediocre. Hay quien asume y quien ve las diferencias respecto a España, el próximo rival. «Me gusta como juega España», confesó Aurélien Tchouaméni. «Me gusta, y será un placer jugar frente a compañeros como Dani [Carvajal, que estará sancionado], Nacho y Joselu, pero ya veremos quién gana», avisaba el centrocampista, dando a entender que Francia no necesita jugar para vencer.
Tres goles figuran en el casillero del subcampeón del mundo, pero solo uno lo ha marcado por sí mismo: el penalti que transformó el propio Mbappé para empatar con la Polonia de Robert Lewandowski. Los otros dos llegaron vía regaló del austriaco Maximilian Wöber al cabecear hacia su portería un centro atrasado del delantero francés y no iba dirigido hacia el marco y el desvío del belga Jan Vertonghen al tiro de Randal Kolo Muani que supuso la eliminación de Bélgica en los cuartos.
«Me gusta como juega España, y será un placer jugar frente a compañeros como Dani, Nacho y Joselu, pero ya veremos quién gana»
Fallan las piernas
Vivían los franceses una noche «de euforia» en Hamburgo después de vencer a Portugal en los penaltis (3-5) y a Mbappé le resultaba «difícil» hablar de la clamorosa falta de gol de la selección. «No quiero decir tonterías, no pensamos demasiado en eso», adelantó en la zona mixta, aun reconociendo que en el seno del equipo «deberemos seguir investigando este asunto». Que es un misterio tal que ha convertido a Francia en la primera selección en la historia que alcanza las semifinales sin haber marcado un gol de jugada.
Mbappé aclaró que el motivo de su sustitución fue que pidió el cambio a Deschamps. «No tenía piernas», comentó, aludiendo al cansancio acumulado al que se unía el desgaste de jugar con la máscara y a un golpe recibido en la cara. Pactaron que intentaría seguir un rato en la prórroga, pero en el descanso del tiempo suplementario fue relevado. Vio los penaltis desde el banquillo.
Peor ver que chutar
«Es peor que cuando tiene que chutarlos», confesó del estado de tensión que se vivía en la banda: «Ahora sé lo que se siente y cómo lo pasan los que están fuera. Francia ganó sin que el portero, Mike Maignan, tuviera que detener alguno de los disparos. El tiro de João Pinto golpeó en el poste. Los compañeros subrayaron el gran papel del meta durante el partido al abortar todos los intentos de Portugal. Maignan despachó más trabajo que Diogo Costa.
Mbappé garantizó que estará recuperado para enfrentarse a España. «Espero poder ayudar al equipo. Depende de mí estar a la altura», admitió. Un partido que no inquieta a Francia, que se siente segura avanzando paso a paso, sin mayor pretensión que llegar a la meta: la final de Berlín y conquistar el título.