Una vez. Y otra, y otra, y otra más. Durante media hora, el periodista de la cadena ABC George Stephanopoulos ha preguntado insistentemente al presidente estadounidense, Joe Biden, por su estado de salud. Si se ha hecho test cognitivos o neurológicos. Si se los haría. Si se ve más deteriorado o frágil. Si está siendo honesto con su forma física y mental. Qué haría si más gobernadores demócratas le piden que se vaya.
La entrevista que el líder y por ahora candidato del Partido Demócrata a las elecciones del 5 de noviembre ha dado esta noche en televisión ha sido la primera después del debate contra Donald Trump, el cara a cara que ha desatado una enorme crisis política alrededor de si el presidente es realmente capaz de continuar cuatro años en el cargo. El intercambio de preguntas y respuestas, en esta ocasión, no ha incluido ni una sola pregunta sobre qué promete hacer el candidato si gana los comicios, tampoco sobre la legislatura que está a punto de terminar. El estado de Biden lo ha ocupado todo.
-¿Se nota más frágil?
-No, intente mantener mi horario.
-¿Se ha hecho algún examen neurológico y cognitivo?
-Me lo hago todos los días, y también físico.
-No, me refiero a si se ha hecho tests específicos, ¿lo ha examinado un neurólogo, un especialista?
-No, nadie me ha dicho que deba hacerlo. Dicen que estoy bien.
-¿Se haría un examen médico independiente que incluya esos test y daría a conocer los resultados a los ciudadanos estadounidenses?
-Mire, paso test cognitivos todos los días, todo lo que hago, no solo de cara a la campaña… Estoy gobernando el mundo. No quiero que suene como una hipérbole. Hoy he llamado al primer ministro [israelí] Netanyahu; he llamado al nuevo primer ministro británico…
-¿Se haría ese examen médico independiente?
-Queda mucha campaña por delante, quedan 125 días. Míreme ahí. Ahí se decidirá.
-Así que la respuesta es que no.
Joe Biden ha dejado claro que no cree que haya nadie más preparado que él para gobernar Estados Unidos: «Me presento porque entiendo mejor que nadie lo que necesita esta nación. Me he convencido de que soy la persona más preparada y de que sé hacer las cosas». ¿Y si su partido le pide que se vaya? Ya no es tan hipotético. ¿Y si le dijeran que tienen miedo de perder el Congreso y el Senado? «No voy a contestar a esa pregunta. No va a pasar», ha zanjado Biden.
El presidente no ha perdido el hilo
Pese a la dureza de la entrevista, el presidente ha salido indemne. Ha sobrevivido al montón de preguntas sin perder el hilo ni una sola vez, sin tener que cerrar los ojos para recordar qué estaba diciendo -como pasó en el debate-. No le ha costado encontrar las palabras, se le ha visto rápido, ha cortado las preguntas del periodista Stephanopoulos varias veces para puntualizar, y ha reforzado de sobra su posición. No piensa irse, hoy lo ha dejado más claro que en ninguna otra ocasión de la última semana, se ve capaz, y cualquier preocupación por su edad debe quedar atrás: sus victorias y la necesidad de vencer a Trump deben prevalecer.
Biden se ha excusado por su mal desempeño la noche del debate. Ha dicho que durmió mal y que tuvo una mala noche, que cualquiera las tiene, y lo ha justificado en que los días anteriores había tenido diez eventos consecutivos, y en que la noche antes del debate uno se alargó hasta las dos de la mañana. También ha tratado de explicar que cada vez que hablaba durante el debate, Trump gritaba y no le dejaba concentrarse, algo que el público no podía saber porque el magnate tenía el micro apagado. Es cierto que durante este primer cara a cara entre Biden y Trump la CNN decidió apagar los micrófonos de quien no tuviese el turno de palabra para evitar los choques y las interrupciones entre ambos.
Y al mismo tiempo el presidente ha intentado sacar a relucir sus victorias. «Soy el tipo que ha hecho crecer la economía, el tipo que ha expandido la OTAN, el tipo que ha desarrollado un plan para la paz en Oriente Medio que podría dar frutos. Todas esas cosas eran ideas que yo he tenido. Hoy se ha sabido que se han creado 200.000 puestos de trabajo [en el mes de junio]. Estamos avanzando en una dirección que nadie ha cogido nunca», ha presumido.
También ha avanzado qué quiere hacer si revalida el cargo: devolver «cierta decencia» al Gobierno, apoyar a la clase media y reunificar el país. «No creo que América esté en baja forma. Creo que América está a punto de conseguir muchas cosas increíbles». Por eso, ha insistido, hay que votarlo a él. Y dejar de lado al «mentiroso patológico» que es Donald Trump. «¿Alguna vez has visto que haya hecho algo beneficioso para… alguien que no sea él. No puedes contestarme a eso, ya lo sé».