El final más amargo de Kroos

«Perder así, con este final, es muy amargo», lamentó Toni Kroos tras poner el punto final a su carrera como jugador profesional en la derrota de Alemania contra España en los cuartos de final en la Eurocopa. «El sueño se hizo añicos», siguió el ex madridista, que en mayo anunció su retirada a final de temporada tras confirmar semanas antes su regreso a la Manschaaft para un último ‘last dance’ en su país.

El genio germano cerró su etapa en el Madrid levantando su sexta Champions en Wembley y visualizó un capítulo final en Berlín en la final de la Eurocopa. No será así porque en su destino se interpuso el ya histórico cabezazo de Mikel Merino en el minuto 119 de la prórroga en Stuttgart.

El alemán, metrónomo de su selección, protagonizó uno de los partidos más duros de su carrera precisamente en su último día, con media docena de faltas cometidas, incluidas una que lesionó a Pedri y otro pisotón a Lamine en apenas cuatro minutos al poco de amanecer la eliminatoria. Hubo otras que ni siquiera le señaló Anthony Taylor, cuyo criterio fue difícil de explicar durante los 120 minutos de partido.

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«Ahora mismo la eliminación es más importante que cualquier otra cosa porque toda Alemania tenía un gran objetivo juntos. Es un sueño que teníamos que se ha hecho añicos. En los próximos días nos daremos cuenta de que hemos jugado un buen torneo y podemos estar orgullosos», explicó Kroos. «Hay futuro y yo lo veré por la tele», bromeó en la zona mixta.

Tras el pitido final, Kroos muy entero y frío como acostumbra, recibió el cariño de sus excompañeros Nacho, Carvajal y Joselu, mientras iban desfilando el resto de jugadores de la selección en respetuosa procesión.

Atrás quedan ya 832 partidos como profesional contando el Bayern Múnich (205), el Leverkusen (48), el Real Madrid (465) y la selección alemana (114), con un total de 79 goles. El palmarés y el recuerdo que dejará su fútbol único le convierten, seguramente, en el jugador alemán más importante de la historia después de Franz Beckenbauer. 

Kroos marcó a su antojo los tiempos de su retirada, que siempre quiso que fuese en lo más alto. Esta vez se quedó a tres pasos de la gloria en una tarde desafortunada para él y su equipo, pero la leyenda prevalecerá.