Continuidad. Esa fue la mayoritaria respuesta emitida el pasado miércoles por el colectivo montañero de Aragón ante un dilema electoral nunca antes planteado. Las elecciones a la Asamblea General de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) reflejaron el contundente apoyo a la vertiente encabezada por Javier Franco Oteo, último presidente de la institución, y, por lo tanto, un respaldo a la actual dirección frente a la candidatura reformista que, por primera vez en 60 años de historia, planteaba una posición crítica y de cambio, apoyada desde la presidencia de FEDME, ostentada por el también aragonés Alberto Ayora.
Tras una tarde larga, con una participación sin precedentes, los resultados dejan pocos resquicios para las dudas. De los 50 puestos por decidir, 45 se decantaron por clubs, deportistas, árbitros y técnicos alineados con la corriente continuista, que directa o indirectamente se han posicionado a favor de mantener el histórico rumbo en la FAM y no concurrir con la alternativa planteada.
El 28 de septiembre
Esta composición, a la espera del cierre del periodo de reclamaciones que concluirá el próximo lunes, será la que dictaminará la designación del próximo presidente que se decidirá en la convocatoria asamblearia que tendrá lugar el 28 de septiembre, a expensas de posibles recursos. Sin otro rival cualificado por los resultados, Javier Franco Oteo, que ha declarado públicamente su deseo de reelección, se ubica como única opción con respaldo para renovar en el cargo cuatro años más tras su primera legislatura.
La alta participación reflejó el interés por unos comicios inéditos que se cerraron con un resultado de 45-5
La gran afluencia fue la nota predominante en los tres centros electorales ubicados en Zaragoza (sede federativa de la calle Albareda), Huesca (sede del club Peña Guara) y Alcañiz (Ciudad Deportiva Santa María). Obviamente, la confrontación de dos líneas antagónicas animó el llamamiento a las urnas a muchos de los federados censados hasta un nivel nunca visto en unos plebiscitos que siempre habían estado marcados por el consenso previo. El hecho de que se debiera votar en la provincia en la que tiene su sede social el club de la persona federada provocó un tránsito entre provincias para acudir al colegio electoral apropiado. Incluso se dieron anécdotas como el caso de alguna montañera que se realizó un parón en plena ruta transpirenaica o guardeses de refugios que aprovecharon su día libre para bajar a depositar su papeleta a la capital.
La animosa asistencia a las sedes confluyó en la existencia incluso de colas que provocó que se ampliara el horario de votación para que todas las personas pudieran cumplir con su derecho al voto y que el recuento de los mismos se alargara hasta la medianoche en las mesas más concurridas ante la mirada de los interventores.
Amplia participación
Un relevante dato refleja este incremento de la participación, aproximadamente, cuatro veces superior al de anteriores plebiscitos. Mientras hace cuatro años el deportista más votado fue el propio Javier Franco con 120 votos, este tope se fue hasta los 300 apoyos registrados, en esta ocasión, por el federado oscense, Luis Monsón. Hay que recordar que la FAM cuenta con más de 17.000 licencias en la actualidad y más de 200 clubes adscritos.
La victoria de la candidatura continuista fue absoluta en el reparto de todas las plazas que deciden los clubs (diez para la provincia de Huesca, los ocho de Zaragoza y los dos en Teruel). Igualmente, se adjudicó las diez asignaciones de los deportistas federados de Huesca, seis de los ocho en Zaragoza y dos en Teruel; más las cinco establecidas para el estamento de técnicos y dos del colectivo de árbitros. La lista reformista sumó finalmente cinco asientos en la Asamblea obtenidos dentro del grupo de deportistas en Zaragoza (Luis Solanas y David Casinos) y tres entre las alternativas de árbitros: Astrid García, Fernando Navarro y Xosé Ramón Díaz, este último tras el sorteo para solventar el desempate entre tres candidatos.
Esta candidatura se había pronunciado para promover “el cambio en su estructura directiva con redirección hacia los valores que siempre han inspirado nuestro deporte y ello, indudablemente, sólo lo conseguiremos con una renovación profunda”, según un manifiesto presentado. Su postura a favor de la conservación de Canal Roya, realzar un papel más igualitario de la mujer en los órganos de acción y las actividades de montaña o el acercamiento de posturas con FEDME son parte de sus reivindicaciones. Precisamente, esta confrontación tendrá un segundo capítulo en los comicios de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME). El aragonés Alberto Ayora persigue la renovación en su cargo frente al candidato catalán Joan Bernat Clarella, pugna que se confrontó en 2020.