Dinamarca cobrará impuestos a los ganaderos por los gases de efecto invernadero emitidos por sus vacas, ovejas y cerdos a partir de 2030, y se convierte en el primer país del mundo en hacerlo. El gravamen se dirige contra esta importante fuente de emisiones de metano, uno de los gases más potentes que contribuyen al calentamiento global y que los animales generan en su proceso natural de digestión.

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