El nuevo primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ya ha llegado al número 10 de Downing Street. Ni doce horas ha necesitado para relevar a su antecesor, el conservador Rishi Sunak, en la residencia oficial y sede del Gobierno británico. El laborista ha sido recibido en la que se prevé que sea su casa durante los próximos cinco años de legislatura por activistas, miembros de su partido y financiadores de su campaña.
En su primer discurso como primer ministro, Starmer ha advertido de que «tomará un tiempo» que la gente vuelve a creer que la política sirve para solucionar sus problemas. «Mi gobierno va a luchar cada día para que volváis a creer. A partir de ahora tenéis un gobierno sin doctrina, solamente guiado por la decisión de servir a vuestros intereses y desafiar a los que han arruinado el país», ha dicho. Y ha añadido que cambiar un país «no es como pulsar un interruptor».
«Nos habéis dado un mandato claro y lo utilizaremos para producir el cambio», ha señalado un Starmer en cuyo discurso ha fijado ya algunos de sus próximos objetivos, como mejorar el sistema de salud, reducir la factura energética, así como la política migratoria y «limpiar» las instituciones. «Para eso hará falta tiempo, pero que no os quede duda de que el cambio empezará inmediatamente. Que no os quepa duda de que reconstruiremos Reino Unido», ha prometido.
«Mi gobierno va a luchar cada día para que volváis a creer. A partir de ahora tenéis un gobierno sin doctrina, solamente guiado por la decisión de servir a vuestros intereses y desafiar a los que han arruinado el país», ha dicho. «Nos habéis dado un mandato claro y lo utilizaremos para producir el cambio», ha señalado un Starmer en cuyo discurso ha fijado ya algunos de sus próximos objetivos, como mejorar el sistema de salud, reducir la factura energética, así como la política migratoria y «limpiar» las instituciones.
El líder del Partido Laborista ha afirmado que Gran Bretaña necesita redescubrir su identidad y someterse a un reseteo más amplio. En este sentido, Starmer ha reiterado su apuesta por una política moderada para reparar la confianza rota de los votantes. «Seguro que todos tenemos claro que nuestro país necesita un mayor reseteo, un redescubrimiento de quiénes somos, porque por feroces que hayan sido las tormentas de la historia, una de las mayores fortalezas de esta nación ha sido siempre nuestra capacidad para navegar hacia aguas más tranquilas», ha arengado, «y eso depende de los políticos, en particular de los que defienden la estabilidad y la moderación, como hago yo».