La presidenta de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Elisa Aguilar, afirmó este viernes 5 de julio, a un día de las semifinales del preolímpico de València ante Finlandia, que estar en París sería «un espaldarazo a los chavales, a los jugadores que ya han estado» en unos Juegos Olímpicos y «también para la FEB y el baloncesto español».
«Sería muy importante tener el pasaporte para ir a los Juegos Olímpicos«, aseguró Aguilar en un encuentro con periodistas en el que destacó que afronta el fin de semana en el que la selección se juega su pase a París «con las máximas garantías».
Un objetivo: París
Para Aguilar, sólo hay «un objetivo final», que es estar en París, un reto para el que han «ido creciendo» en los dos primeros encuentros de la fase de grupos ante Líbano y Angola, aunque ahora se enfrentan a una Finlandia «que ganó ayer un partido duro y en el que se agarraron al choque para terminar remontando».
La selección española debe ganar a Finlandia y también la final que saldrá del ganador de esta primera semifinal y la segunda, entre Bahamas y Líbano. El equipo, dijo, encara «con la mayor de las garantías y la confianza» este próximo sábado 6 de julio -y el posible domingo-, porque se lo han «ganado» y porque la selección tiene «un presente ya muy reconocido».
Aguilar, que está pendiente de la recuperación de Juancho Hernangómez y que espera que pueda tener algunos minutos el próximo sábado 6 de julio, subrayó que Santi Aldama «está haciendo un grandísimo torneo», Usman Garuba «también a un buen nivel, como Lorenzo (Brown) o los veteranos, que siempre dan todo y más».
«Somos un equipo. Nos duele la baja de Juancho pero nos centramos en los que pueden llegar», apuntó la exjugadora de baloncesto, que dijo que ahora mismo viven «otra realidad distinta» tras unos años «muy buenos en los que se ha disfrutado, pero eso ya ha pasado».
Sin «un plan de emergencia» para homenajear a Rudy Fernández en el caso de que alguno de los dos partidos que pueden jugar este fin de semana pueda ser el último, Aguilar incidió en que ni se lo plantea porque «no va a pasar» y si ocurre, no cree que sea «el momento».
No obstante, la presidenta de la FEB reveló que esta «nueva realidad» es «un aprendizaje» que les «hace ver que el futuro está difícil, con muchas selecciones a altísimo nivel», aunque confió en que «España es España y lo ha demostrado durante muchísimos años».
«Nuestros jugadores están durante el año en equipos de alto nivel pero para mí son los mejores y voy con ellos a muerte. Estamos convencidos», concluyó Aguilar.
La Federación asume el éxodo de jóvenes a EE.UU
Aguilar explicó que la marcha de jóvenes españoles a universidades estadounidenses es «otra nueva realidad de la época de hace diez años a ahora», puesto que «las reglas han cambiado, sobre todo económicamente» y apostó por hacerles un seguimiento cercano.
«Antes ibas y no te pagaban, o te cambiabas de universidad y estabas un año sentado porque no podías jugar. Todo eso ha cambiado. Con estas nuevas realidades, cuando los chicos o chicas se quieren ir ahí, lo que hay que hacer es estar cerca, tener un seguimiento con su universidad y su entrenador y que luego vengan con su selección», afirmó Aguilar.
«No puedo negar a alguien que se quiera ir a desarrollar profesional y también personalmente, sino trabajar. Ellos nunca se olvidan de la selección, quieren estar con nosotros y eso es lo que tenemos que seguir trabajando», apuntó la presidenta en un encuentro en València con periodistas.
Aguilar quiere que los españoles jueguen cuanto más, mejor
Así, para Aguilar, el máximo objetivo es que «los jugadores españoles jueguen lo máximo posible», sean jugadores de formación o ya formados, «pero a este nivel profesional el entrenador decide».
«Nosotros en nuestras competiciones incentivamos que jugadores de formación estén en la pista y de hecho estamos hablando con la acb para intentar desarrollar algún concepto nuevo, pero cuando los jugadores se van fuera también adquieren experiencia, como Izan -Almansa- en Australia o los jugadores que disputan la NCAA, subrayó Aguilar.
Aguilar, sobre la selección femenina
La presidenta aseguró que la selección femenina «no se pone techo» de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, pero explicó que cree que llegar a los cuartos de final «podría ser un buen objetivo».
Aguilar explicó que «todo está muy ‘caro’, tanto en el masculino como en el femenino», pero se mostró convencida en un encuentro con periodistas en València que «no se van a poner techo», por lo que deben ir «partido a partido».
La presidenta lamentó la baja de Silvia Domínguez, capitana de la selección y que se perderá los JJOO por una lesión: «Silvia es una baja que es igual que la de Juancho (Hernangómez). Es nuestra capitana, lleva muchísimos años y es una baja no solo deportiva sino de grupo».
A pesar de ello, explicó que las jugadoras están entrenándose bien y que tras hablar este mismo jueves con el seleccionador, Miguel Méndez, «la marcha va normal, subiendo de intensidad diariamente y con dos torneos en Bélgica y Segovia».
«A mí me da mucha esperanza», dijo Aguilar respecto al futuro de la selección española, con «un nuevo estilo» a cargo de Méndez que el año pasado acabó con una plata europea y que proporciona «garantías» a la selección: «Seguro que vamos a dar guerra».
La presidenta pide «paciencia» con las jóvenes
Asimismo, explicó preguntada por las jóvenes Awa Fam e Iyana Martín que a las jóvenes «hay que dejarlas tener su evolución y su experiencia» y que confía en que el camino que va a ser bueno, «con Iyana que va a Perfumerías y Fam en Gernika».
«Es un buen año para ir cogiendo minutos y experiencia. Tienen calidad para estar en la absoluta pero también está muy caro. Era importante que se fueran metiendo en dinámica y conviviendo con ellas, con las que ahora se juegan el puesto», destacó la presidenta, que no se quiso mojar a la hora de elegir entre Megan Gustafson o Astou Ndour, pero que confió en la elección de Méndez.
Por último, dijo que «cuando conoces» a las jugadoras, también a las del 3×3 que irán a París, piensa que España no tiene «techo», aunque no quiso pronosticar una medalla: «Una medalla olímpica, sea de lo que sea, me sabría a gloria», concluyó.