La necesidad de adaptar las dosis de medicamentos para los niños supone «un reto diario» para los farmacéuticos de los hospitales. A diferencia de la población adulta, donde hay dosis fijas de fármacos, en la pediátrica se dosifican en función de la edad, peso y la superficie corporal. Además, hay una gran cantidad de medicamentos que no están estudiados en los más pequeños, o no lo están en todos los distintos tramos de edad pediátrica. Lo que supone un desafío y «una carga de trabajo extra» para los profesionales admite a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del mismo grupo editorial, Lucía Yunquera, de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

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