El que fuera sacerdote, Jesús María Menéndez, más conocido como padre Chus de Gijón, ha sido condenado a diez años de prisión por ofrecer droga a menores a cambio de favores sexuales en su piso de la ciudad asturiana.

La justicia ha establecido una condena de cuatro años por delitos contra la salud pública y tres condenas por dos años cada una por delitos de corrupción de menores.

De acuerdo con el relato fiscal, el acusado (72 años), desde al menos el año 2015 y hasta 2021, contactaba con menores invitándoles a acudir a su domicilio de Gijón, donde les entregaba pequeñas cantidades de dinero o les facilitaba hachís, que consumían en el salón y bajo su presencia.

El Papa Franciso le expulsó en 2015 del estado clerical por presunta implicación en estos casos de delitos de abusos a menores.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Asturias no es firme y, contra esta, se puede interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS).

Los hechos llevados a la justicia

El tribunal que ha fallado sobre el caso ha probado que el exsacerdote, desde 2015, contactaba con menores y les hacía entrega de pequeñas cantidades de dinero o les facilitaba droga, la cual “consumían en el salón y en su presencia”.

La Fiscalía mantuvo entonces que era él quien incitaba a los menores para que ellos mismos “contactaran con otros y les invitaran a subir al piso para fumar hachís” y, así, comenzar a formalizar una relación de amistad. Con esto ‘el padre Chus’ pretendía ganarse la confianza de los jóvenes con el fin de, siendo el objetivo, mantener posteriores relaciones sexuales con la promesa, a cambio, de darles dinero o droga.

Tras su detención, el exsacerdote estuvo en prisión provisional desde noviembre de 2021 y marzo de 2022, momento en el que quedó en libertad con cargos.

El caso tuvo especial atención mediática debido a que uno de estos episodios, transcurridos en 2022 y en el piso del ahora condenado, uno de los adolescentes trató de asesinarlo con arma blanca y fue juzgado posteriormente por un intento de homicidio. Tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, el menor fue condenado a tres años y nueve meses de prisión.

Por su parte, el ‘padre Chus’ minimizó desde el inicio este suceso y alegó que esta agresión tuvo su motivo por una discusión previa acerca de la comida. 

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