Las extrañas estructuras arremolinadas de origen magnético que se han descubierto en la Luna y que aún no tienen explicación, podrían crearse a partir de la actividad de algo desconocido que existe en el interior del satélite: un nuevo estudio intenta determinar qué podría ser exactamente lo que está oculto bajo la superficie lunar y causa los remolinos. La principal hipótesis indica que magmas “invisibles” con actividad subterránea magnetizarían el material rocoso superficial.
Investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis, en Estados Unidos, han publicado recientemente un nuevo trabajo en la revista Journal of Geophysical Research: Planets en el cual desarrollan posibles explicaciones para los misteriosos remolinos magnéticos de color claro e intenso brillo que aparecen en la superficie de la Luna, cuyo origen hasta el momento no ha logrado ser explicado.
Magma subterráneo magnetizante
En principio, los investigadores indicaron que algunos de los extraños remolinos podrían ser anomalías magnéticas provocadas por el impacto de distintos cuerpos sobre la superficie lunar. Sin embargo, en otros casos esa explicación no resulta para nada convincente: allí empieza el enigma que los científicos intentaron resolver.
En su estudio, los especialistas midieron los efectos de diferentes combinaciones de química atmosférica y tasas de enfriamiento magmático en un mineral llamado ilmenita, para comprobar si podían producir un efecto magnetizante. Hallaron que la ilmenita, que es abundante en la Luna, también puede reaccionar y formar partículas de hierro metálico, que pueden magnetizarse en las condiciones adecuadas.
“Los granos más pequeños con los que estábamos trabajando parecían crear campos magnéticos más fuertes, porque la relación superficie-volumen es mayor para los granos más pequeños en comparación con los granos más grandes. Nuestros experimentos analógicos mostraron que, en condiciones lunares, es plausible que estos remolinos sean causados por magma subsuperficial, teniendo en cuenta las reacciones observadas en la ilmenita”, indicaron en una nota de prensa los científicos Michael Krawczynski y Yuanyuan Liang, autores principales del estudio.
Resolviendo el enigma
En concreto, los investigadores concluyeron que algunos remolinos magnéticos en la Luna pueden ser causados por el enfriamiento de diques basálticos, lo que habla de la existencia de magma bajo la superficie lunar. El magma es una mezcla multifásica natural compuesta por roca fundida, minerales y volátiles. Cuando el magma se enfría, sus componentes se cristalizan formando las rocas ígneas.
Aunque actualmente no hay volcanes activos en la Luna, los datos de terremotos lunares sugieren que existe una cantidad sustancial de magma bajo la superficie. El magma subterráneo magnetizaría en ciertas condiciones a la ilmenita, generando los remolinos brillantes que han sorprendido a los científicos.
Por último, según un artículo publicado en The Debrief, los investigadores ya habían apreciado indicios de estas reacciones al crearse metal de hierro en meteoritos lunares y en muestras obtenidas por las misiones Apolo. Sin embargo, todas esas muestras son flujos de lava superficial: el estudio sugiere que el enfriamiento subterráneo del magma debería mejorar significativamente estas reacciones de formación de metales.
Referencia
Possibility of Lunar Crustal Magmatism Producing Strong Crustal Magnetism. M. Krawczynski, Y. Liang et al. Journal of Geophysical Research: Planets (2024). DOI:https://doi.org/10.1029/2023JE008179