Desde su activación en 1971, el 43 Grupo de Fuerzas Aéreas ha protagonizado las misiones de extinción de incencios más importantes de cuantos han sacudido a todo el territorio de España y parte de Europa. Las horas de vuelo acumuladas en condiciones extremas junto con las décadas de trabajo —los modelos más antiguos pasan las 3 décadas— requieren una actualización de la flota actual y la incorporación de más unidades pertenecientes a plataformas más modernas a la par que capaces.

Los CL-215T y CL-415, popularmente conocidos como botijos, tendrán por orden del Consejo de Ministros nuevos compañeros de batallas antiincendios. «Técnicamente se ha identificado que la única aeronave que presenta prestaciones equivalentes a la de la flota actual es la nueva versión DHC-515 del fabricante De Havilland Aircraft Canadair«, según recoge la nota del Consejo.

El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico aportará 375 millones de euros para la adquisición de 7 unidades del DHC-515 junto con los equipos, sistemas e infraestructuras necesarios para su entrada en servicio y el soporto logístico integrado. También se llevarán a cabo trabajos de actualización para la flota de CL-415 que se encuentra en servicio en la actualidad, «de manera que se asegura la continuidad de su plena operatividad».

El nuevo ‘botijo’

La nueva aeronave ha sido elegida por el Mecanismo de Protección Civil de la UE para la creación a nivel europeo de «una capacidad permanente para la extinción de incendios» y financia la adquisición de 12 unidades para todos los países del arco mediterráneo. A España le corresponden 2 unidades de DHC-515, que se incluyen en las 7.

«Basado en el pedigrí del renombrado Canadair CL-415, el DHC-515 es un nuevo avión anfibio multimisión especialmente diseñado para la extinción de incendios«, según lo describe el fabricante. «Como una verdadera plataforma multipropósito, incorpora nuevas tecnologías y materiales que amplían su ámbito operativo».


CL-415 del 43 Grupo de España

Ejército del Aire y del Espacio

Dispone de un conjunto de aviónica de última generación, cubriendo de esta forma una de las carencias más importantes de las versiones anteriores, y permite el entrenamiento de las tripulaciones al disponer de un simulador de vuelo completo. Se desconoce si España, en el mismo contrato, contará con este nuevo sistema o la instrucción de los pilotos se realizará en las aeronaves actuales.

El DHC-515 «ofrece capacidades excepcionales de extinción de incendios» a través del medio aéreo con «una arquitectura flexible que, en combinación con los tanques de agua internos, puede equiparse como fumigadora para el control de insectos o de dispersante para derrames de petróleo«, indican. Otra de las aplicaciones es la utilización de la puerta de carga ampliada en casos de desastre, la incorporación de sensores o un conjunto de evacuación médica.

La aeronave tiene una envergadura de 28,6 metros y una longitud de 19,8 metros. El peso máximo al despegue sobre agua asciende hasta las 21 toneladas, donde se incluyen los 6.137 litros del depósito de agua y los 680 litros de espumante.

Se trata de la aeronave más moderna de su clase. De Havilland Aircraft comenzó a fabricarla en 2022 tras años de desarrollo. «Entendemos el importante papel que desempeñaron los aviones anteriores en la protección de personas y propiedades y, a medida que nuestro clima continúa cambiando y los veranos aumentan tanto en temperatura como en duración, el DHC-515 será una herramienta importante», declaró Brian Chafe, CEO de la compañía, en la presentación del avión.


Grupo 43 del Ejército del Aire y del Espacio de España

El contrato tiene una duración de 8 años, tiempo en el que todo el presupuesto deberá ser ejecutado tanto para la compra de las aeronaves como para la actualización de la flota actual. «Se ha acordado entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y el Ministerio de Defensa que este último dirija el proceso de obtención de los siete aviones, para lo que se ha formalizado un Acuerdo Interdepartamental», se extrae de la nota del Consejo de Ministros.

Los más antiguos

La flota del 43 Grupo se compone actualmente de 10 unidades del CL-215T y 4 del modelo CL-415; 11 de ellos pertenecientes al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y los 3 restantes se encuadran en las filas del Ministerio de Defensa. Todos ellos con el acuartelamiento en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), aunque en la época de incendios se distribuyen en Santiago de Compostela, Zaragoza, Albacete, Salamanca, Málaga, Palma de Mallorca o Talavera la Real.

Cabina de vuelo de CL-415


Cabina de vuelo de CL-415

Ejército del Aire

Omicrono

Las diferencias exteriores entre el CL-215T y el más moderno CL-415 son mínimas. Ante el excelente diseño del CL-215T (que no deja de ser una versión del CL-215), la compañía encargada de este modelo se limitó a la modernización de los instrumentos de vuelo pasando a ser totalmente digitales además de algunas mejoras asiladas en la capacidad de los tanques.

«La misión de extinción es, sin duda, uno de los vuelos que mas riesgos entraña«, señalan desde el Ejército del Aire y del Espacio. «El vuelo a muy baja altitud, el humo que disminuye la visibilidad, el viento que provoca turbulencias y aviva el fuego, la gran concentración de medios aéreos sobre la misma zona, la orografía de la zona del incendio que suele ser escarpada…, son factores de riesgo que el 43 Grupo asume».

En cuanto a especificaciones, la principal diferencia del CL-215T respecto al CL-415 es que el primero tiene una capacidad de carga de agua de unos 136 kilogramos menos. Tienen un peso al despegue de prácticamente 20 toneladas, uno en vacío de 13 y una capacidad de combustible de 4.650 kilogramos. En cuanto a la capacidad de apagafuegos, puede albergar en su bodega unos 6.000 litros de agua y 680 kilos de retardante químico, mismos parámetros que el avión nuevo. España tiene actualmente 14 aviones modelo CL-215T y 3 aviones CL-415, según la web del Ejército del Aire.

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