El niño de 8 años que resultó herido muy grave el pasado 19 de mayo tras ser atropellado en la Ronda Nord de Valencia por un BMW que se dio a la fuga y cuyo conductor fue encarcelado tras entregarse a la Policía Judicial de Tráfico de la Policía Local de Valencia, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, ha salido de la UCI hace unos días y evoluciona favorablemente, según han informado fuentes sanitarias.
El menor sufrió graves traumatismos en el cráneo, tórax, pelvis y la fractura del fémur de ambas piernas y fue trasladado de urgencia al Hospital Clínico de Valencia, donde ha permanecido todo este tiempo. La situación del menor llegó a ser tan crítica que los médicos incluso temieron por su vida en los primeros días. Durante varias semanas, lo mantuvieron en coma inducido para favorecer su evolución, hasta que empezó a dar claras muestras de mejoría.
Ahora, por fin, han podido darle el alta en la UCI y ya se encuentra en una habitación del centro hospitalario, con una muy buena evolución clínica.
El atropello se produjo sobre las 15.30 horas del domingo 19 de mayo, cuando el menor cruzaba por un paso de peatones en compañía de su hermano mayor, y el BMW se saltó un semáforo en rojo a gran velocidad y lo arrolló, después de sortear a los vehículos que estaban detenidos esperando la fase verde.
El presunto autor del arrollamiento, Ángel C. S., de 22 años, ingresó en prisión tras pasar a disposición del juez de Instrucción número 1 de Valencia, en funciones de guardia. El acusado se negó a declarar ante las autoridades judiciales, según adelantó en exclusiva Levante-EMV.
El detenido compareció no solo por los tres delitos que se le imputan a raíz del atropello del menor, sino también por un ingreso en prisión que tenía pendiente y por la denuncia por violencia de género que le puso su exnovia un día después del arrollamiento del niño.
El abogado del acusado, el penalista Andrés Zapata, explicó en ese momento que su cliente no prestó declaración ante la Policía Nacional porque la causa estaba declarada secreta, lo que le impedía acceder a las pruebas incriminatorias contra el arrestado, ya que los agentes «no accedieron a mostrarnos ninguno de los elementos esenciales que sustentan la acusación».
El presunto autor de ese atropello, cometido a más de 100 kilómetros por hora, sorteando los vehículos parados en el semáforo en rojo y cuando el niño, que sigue hospitalizado en estado grave, cruzaba con su hermano mayor el paso de peatones en verde, está acusado de los delitos de conducción temeraria manifiesta con concreto peligro para la integridad de las personas, lesiones graves por imprudencia y abandono del lugar del accidente.
En su caso, el juez dictó prisión provisional, comunicada y sin fianza por los tres delitos asociados al atropello, pero también en cumplimiento de una orden de ingreso en prisión que tenía pendiente cuando se entregó al equipo de Policía Judicial de Tráfico de la Policía Local de València a las 13.30 horas del 23 de mayo. De momento, continúa ingresado en la cárcel de Picassent, cumpliendo con esa orden judicial.
Antecedentes policiales y condenas pendientes
Esa es una de las razones por las que el acusado, con numerosos antecedentes policiales y hasta una condena pendiente por tres delitos de odio que suma año y medio de cárcel, intentó retrasar todo lo posible su detención, manteniéndose escondido desde el mismo momento del atropello. Finalmente, sin embargo, acabó decidiendo hacer caso a su abogado, el penalista Andrés Zapata, y entregándose, después de saberse acorralado por la Policía Local y, sobre todo, por el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que en la mañana del miércoles ya había localizado y recuperado el BMW de color gris de su propiedad con el que presuntamente arrolló al menor, como consecuencia de lo cual había perdido el retrovisor izquierdo, que se arrancó de cuajo por el fortísimo impacto contra el niño.
El hermano menor de Ángel C. S., Aarón de 20 años y conocido en Orriols, de donde es la familia, con el alias de ‘Chucky’, también fue apuñalado el viernes, 24 de mayo, por un vecino del barrio al grito de «Esto, por lo que ha hecho tu hermano».